Hace unos días lo publicaba en el digital ‘Territorio FinTech’. Ahora lo replico aquí: “No llueve a gusto de todos”; pero añadiría: ¡qué malo es cuando otros Estados apoyan a los suyos y ves que tu Gobierno mira para otro lado! Ese es el caso de la ‘singularidad española’ en el tema del crédito empresarial avalado por el Estado a través del ICO. Mientras el resto de Europa cierra fila con los especialistas FinTech del mercado pyme y autónomos, en España sólo se fía en la Banca.
No obstante, es muy de los españoles hablar de lo que le pasan a otros, pero pocas veces miramos tejas abajo. Y cuando lo hacemos, sólo nos gusta celebrar buenas noticias: rondas de financiación, ayudas públicas, crecimiento… Pero también hay que ser humildes y críticos constructivos. Y toca reconocer el tsunami que estamos viviendo en una crisis económica que no hace distinción de tamaños, actividad, vertical, género o sexo.
Pues bien, esta crisis sanitaria que alarga su estrangulamiento en el tiempo está teniendo consecuencias en el ecosistema FinTech, como en todos los sectores de la actividad económica. Porque la crisis no sólo impacta en el Comercio, la Hotelería y el Turismo. El enfriamiento de la economía española y mundial congela todos los sectores.
Más de 50 compañías FinTech han cerrado de hecho o de derecho en estos 24 meses de carestía. Sobre todo, aquellas posicionadas en el mundo del crédito, un crédito que ha dejado de ser necesario en los hogares españoles porque ha aumentado el ahorro al reducirse el consumo: menos ocio, menos vida social, menos turismo, menos salidas de fin de semana, menos comidas familiares, menos actos empresariales, menos vida asociativa…
La excepción española
A la vez, el crédito oficial a las empresas ha sido regado desde el ICO a través de la banca; excluyendo intencionadamente a las FinTech. La llamada ‘excepción española’ es la única exclusión del ecosistema FinTech en el reparto de créditos avalados por el Estado en toda la Unión Europea.
Así pues, la contracción del crédito FinTech ha sido obvio en el crédito al consumo, el crédito a particulares, el crédito empresarial, el crédito para el desarrollo y el crecimiento empresarial, etc. Y por ende, bastantes plataformas de financiación participativa, compañías de crowdlending empresarial y otros servicios de crédito han pausado su actividad. Y ya se sabe que las situaciones temporales suelen convertirse en situaciones definitivas con el paso del tiempo. Y la glaciación no se ha detenido, así que estamos más cerca de la muerte por congelación en el ecosistema FinTech del crédito.
Madrid, la Meca del FinTech
Madrid ha seguido siendo foco de atracción europeo. Las compañías FinTech y sus inversores han visto que Madrid no se detenía, que afrontaba la crisis con optimismo y priorizaba la economía sobre medidas pseudo-sanitarias experimentales.
Klarna, Pleo, Qonto, Criptalia, Invoy… y muchas más FinTech europeas han llegado a Madrid (a España) durante los peores momentos de la pandemia. Y es que Madrid se asomaba como un oasis de vida empresarial y comercial durante la glaciación económica. Pero, aunque hacía menos frío, en Madrid tampoco estábamos en verano. Su economía con ser la más dinámica de España, sigue siendo parte de España.
La oleada de FinTech procedentes de todas las economías europeas ha amortiguado el saldo FinTech en España, escondiendo ligeramente la sangría del sector en España a consecuencia de la pandemia.
Inversores timoratos
El mantra del mundo económico es que existe exceso de liquidez. Es decir, que hay más ahorro acumulado que posibilidades de inversiones de confianza en el horizonte. Y es cierto que el flujo de ahorro disponible para la inversión ha crecido paralelamente a la contención del ahorro en todo el mundo; pero no es menos cierto que los inversores se han hecho más timoratos porque la máxima de los mercados siempre ha sido que “el dinero es miedoso”, huye del riesgo y de las incertidumbres. La crisis económica y de consumo aumentó a cuotas exponenciales esta timidez del dinero amansado en el ahorro institucional, familiar y personal.
En el ecosistema FinTech, el impacto también se ha hecho evidente. Mientras continúa la euforia en el mundo de la criptomoneda, la inversión cripto, la minería…; hay una cierta coagulación de la inversión en segmentos que se consideran ya ‘tradicionales’ en el sector FinTech, tales como el crédito, todo el crowd, las plataformas, los medios de pago, la neobanca de particulares…
Hay nuevos faros para el mundo de los business angels y los gestores de fondos: el metaverso, la inteligencia artificial, la salud y el healwealth, las InsurTech…
En fin, la crisis está siendo tan asimétrica como cabía esperar. Pero que nadie se distraiga con los fuegos artificiales de las últimas presentaciones de proyectos startaperos o el aterrizaje de grandes compañías FinTech extranjeras.
¡La crisis económica también es crisis FinTech!
Y en estos momentos de maná europeo en forma de fondos Next Generation, por favor, que las Administraciones públicas no olviden contar con el tejido empresarial FinTech, con su talento, su innovación y sus capacidades de adaptación, tracción e impulso de los sectores económicos más tradicionales. Por favor, ¡contad con las FinTech!
Salvador Molina
Presidente de Foro ECOFIN y presidente del clúster Madrid Capital FinTech (MAD FinTech)
