La fuerza del ‘sí’ es poderosa. Hablamos del positivismo conductual, pero de mucho más. Algunos son más de aquello de que el ‘no’ es ‘no’. Nosotros, en cambio, apostamos por el ‘sí’ de Kipling… y lo explicaremos en clave de liderazgo emocional.
En una ocasión, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa dijo que los novelistas son creadores de fantasías, porque con sus obras tratan de contribuir a la creación de un mundo mejor al que todos queremos pertenecer. Aclaró, que si bien la generalidad de la ficción literaria jamás se alcanza en la realidad cotidiana, sí ayuda a que el hombre y la sociedad se supere. Vargas Llosa en el fondo nos traslada el reto del líder que sueña, del que ya hemos escrito en anteriores ocasiones. El sueño de un mundo mejor es el principio de transformación de cualquier liderazgo: político, empresarial, social o cultural. Éste es el reto aplicable al campo del management.
Es simple y profundo al mismo tiempo. Nosotros lo hemos incorporado como un marco de referencia en los estudios de liderazgo, porque es una lección de vida y de gran utilidad para la formación y el entrenamiento de directivos en las técnicas de inteligencia emocional. Volvemos sobre un tema que ya hemos tratado: la inteligencia emocional. Lo vamos ha analizar desde el mejor decálogo posible para resumir el ámbito y alcance de la inteligencia emocional: el poema ‘Sí’ de Rudyard Kipling.
Analizamos párrafo por párrafo:
“Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor han perdido la suya y te culpan de ello“.
Explica el autocontrol. Saber enfrentarse a una crisis ejerciendo un liderazgo en los demás cuando están alterados y nerviosos por la gravedad de lo sucedido.
La frialdad al tomar decisiones no implica falta de sentimientos respecto a las personas que intervienen. Son la consecuencia de tener que tomar decisiones que no le gustan ni al mismo líder que tiene la cabeza fría para hacerlo.
“Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti, pero también dejas lugar a sus dudas“.
Uno no solo debe creer en uno mismo, tampoco debe transmitir inseguridad en las conductas y en las decisiones. El líder es humano y en algún momento puede tener dudas y miedos, pero debe gestionarlos de manera que no los muestre a su equipo.
“Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no te domina el odio. Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio“.
La paciencia en el liderazgo también es una virtud. Los choques negativos que recibimos no deben tener una respuesta equivalente. Tenemos que esforzarnos en no dar la sensación de que somos débiles, o poco experimentados.
“Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo; si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; si puedes conocer al triunfo y la derrota, y tratar de la misma manera a esos dos impostores“.
Tanto los ideales como los objetivos tienen que pisar suelo firme. No exaltar demasiado el éxito y tampoco deprimirse innecesariamente en el fracaso. Kipling describe mejor que nadie al hombre armónico.
“Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho, tergiversada por malhechores para engañar a los necios. O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida, y agacharte para reconstruirlo con herramientas maltrechas“.
Soportar la difamación o las medias verdades que se digan es como cuando tenemos que soportar la pérdida de algo que nos ha llevado mucho tiempo construir. Implica la capacidad de respuesta para reponernos inmediatamente. No compadecernos, ni lamernos las heridas y afrontar el desafío de volver a empezar.
“Si puedes amontonar todo lo que has ganado y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento; y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio y no decir ni una palabra sobre tu pérdida“.
“Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones, para seguir adelante mucho después de haberlos perdido, y resistir cuando no haya nada en ti salvo la voluntad que te dice: “Resiste!“.
Insiste Kipling en los riesgos que se corren en la vida, cuando se pierde todo y se vuelve a intentar. Es la afirmación de no rendirse jamás. El líder puede tener muchas virtudes, pero que no le falte la voluntad, especialmente cuando las cosas no salen bien. Hemos dedicado más de un artículo al fenómeno de los errores en las decisiones tomadas y cómo hacer para capitalizarlas.
“Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud. o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás. Si ni amigos ni enemigos pueden herirte. Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado. Si puedes llenar el inexorable minuto, con sesenta segundos de lucha brava“
Kipling resalta la virtud de la humildad. El líder que se siente próximo a su personal, que no le importa escuchar los problemas de primera mano. Que le hable a los suyos con el corazón y demuestre su capacidad de empatizar. Que esté distante; pero cerca de los problemas para que no le afecten y pueda tomar las decisiones pertinentes, manteniendo la objetividad y su sentido de justicia.
“Tuya es la tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más: serás un hombre, hijo mío“.
El final del poema es épico. En cuanto al liderazgo, sabemos que es pragmático; aunque los valores inherentes a un buen líder, también tienen cierto aire místico, de trayectoria y de fama. En la frase de Kipling; “serás un hombre, hijo mío”, el buen líder lo es porque le siguen como persona y por lo que representa, más que a las decisiones que toma por muy acertadas que sean. Prevalece el hombre por encima de la organización.
Este es el legado de Kipling en una obra corta; pero quizás uno de los máximos exponentes de la literatura universal, porque el poema ‘Si’ es la descripción real de la propia vida cotidiana de los hombres.
Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es y vicepresidente de Foro ECOFIN, en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN; Javier Espina Hellín, miembro de ECOFIN Business Schools Group, y Ximo Salas, miembro del ECOFIN Management & Leadership de ECOFIN.