12 pensamientos disruptivos para el líder efectivo

Las ideas mueven el mundo. Nos lo creamos o no. De hecho, en nuestras vidas, las lecciones aprendidas en nuestra infancia o en la universidad también marcan nuestra toma de decisiones diarias. Son automatismos que en forma de atajos sentencian nuestra actuación, la reafirman y nos permiten conducir nuestro liderazgo efectivo.

Cada vez que conocemos más sobre la vida y obra de los grandes líderes de la historia, más nos damos cuenta que si bien el vocablo “disruptivo” no se ha usado hasta finales del siglo XX, sin duda aquellas personalidades políticas, militares o empresariales… todas las épocas tenían un pensamiento disruptivo.

Queremos indagar un poco más lo que provoca una comunicación más directa y transparente; o sea, los pensamientos que los líderes efectivos tienen, especialmente los que pueden considerarse reflexivos o, como a nosotros nos gusta decir en materia de acciones de liderazgo, una forma de pensar disruptiva. Porque, sin duda, terminan teniendo una gran capacidad de influencia sobre las personas.

Lecciones de la Historia

Vamos a aclarar una cuestión central en materia de pensamiento, reflexión y meditación: hemos recurrido en esta ocasión solo a doce, por una cuestión quizás más didáctica que otra cosa, porque no hay límites cuantitativos, sólo son meramente enunciativos.

1º) Cuando miro hacia atrás en mi vida, me doy cuenta de que cada vez que pensaba que estaba siendo rechazado por algo bueno, en realidad estaba siendo re-dirigido a algo mejor. (Anónimo).

El líder debe enseñar a su personal a cómo enfrentarse al cambio y desafíos. Pero es justamente “todo lo nuevo” o “lo imprevisto” o “lo no esperado” lo que provoca miedo a cualquier persona y a veces le llega a paralizar en sus acciones.

Por tanto, aprender a mirarse hacia nuestro interior para corregir la obsesión del rechazo, lo de “siempre esto me ocurre a mí”, etc., no sea el pensamiento al que se aferra una persona. De ahí que el líder efectivo debe transmitir esa confianza sea a una persona o a todo un equipo, reflexionando con los interesados que justo en el instante en que esa sensación ocurre, en realidad se produce un cambio de rumbo hacia un estadio mejor. La cuestión es tener consciencia de que se está redireccionando la acción.

2º) La mayoría de las personas de éxito que he conocido son los que hacen más escuchando que hablando. Bernard Mannes Baruch (1870-1965) fue un filántropo y asesor político norteamericano.

Las palabras de Baruch, personalidad estadounidense considerada como hombre de estado, que asesoró al presidente Woodrow Wilson en materia de paz años previos a la Primera Guerra Mundial, era agudo y muy preciso. Nos enseña que quienes saben escuchar son los que absorben experiencias de otros y aprenden de las personas que saben. No hablan por hablar.

Si algo tiene de característica el buen liderazgo en la actualidad, es que los líderes efectivos saben que el ejercicio de “escucha activa” es el instrumento básico para lograr la cohesión de equipos de trabajo y que las personas perciban el interés que se tiene por ellas, que son consideradas.

3º) La felicidad no depende de lo que se tiene o lo que se es. Únicamente depende de lo que se piensa. (Buda).

Buda fundó el budismo en el siglo VI a.C, que es una doctrina religiosa y filosófica.

Este pensamiento de Buda es impactante, porque él también fue un líder religioso cuyo pensamiento transformó la vida de millones de personas. Por extensión, cuando nos referimos al enfoque que hacen líderes empresariales o políticos que pueden influir también en millones de personas, es que la mejor forma de ayudar a que cada persona-ciudadano sea más feliz es que aprendan a que sus pensamientos y cómo ven el mundo que les rodea, sean la pieza clave de esa felicidad.

El líder que le explica a los miembros de su equipo los objetivos que tienen por delante y la importancia de cubrir la meta que se han impuesto, en cierta forma está influyendo en el pensamiento individual y de grupo, para que cada uno se haga la composición de lugar que, como están bien encaminados, esto beneficiará tanto al equipo como a la organización y a nivel personal de cada uno de ellos. Que esta sensación de éxito garantizado, porque se están haciendo las cosas bien, produce estabilidad espiritual y una sensación de seguridad. Romper la incertidumbre puede hacerse sólo con un pensamiento.

4º) La comunicación es la línea de vida de cualquier relación. Cuando deje de comunicarse, usted comienza a perder sus relaciones valiosas. Así que “molestar” a todo el mundo todos los días. (Anónimo).

Este pensamiento tiene una parte que nos gusta especialmente, nos referimos al inicio, porque afirma que la comunicación es la “línea de vida”. ¿Qué se quiere afirmar con esto? Que cuando el líder explica a su personal, por ejemplo, las líneas maestras de un nuevo proyecto del que tendrán que participar, lo que prevalece en el sentimiento del grupo es que, más allá de la importancia de lo que se avecina, se valora la anticipación del líder de explicar, de hacer honor a su personalidad comunicativa que provoca que las líneas maestras de cualquier trabajo o nueva responsabilidad sean casi las líneas de vida de cada día de las personas que están bajo su dirección.

5º) De vez en cuando uno se encuentra con alguien que hace que sea tan fácil ser uno mismo, que uno se pregunta por qué alguna vez pretendió ser otra cosa. (Anónimo)

Hemos elegido este pensamiento porque es una de las características de todo líder: ser auténticos. La autenticidad en el pensamiento y en la forma de expresar los sentimientos nos hace diferentes y mejores. No deben olvidarse de que, como hemos sostenido siempre en nuestros artículos de inteligencia emocional, las personas somos un cúmulo de sentimientos que debemos orientar y gestionar en debida forma. No creernos lo que no somos porque no sólo defraudaremos a los demás, sino que lo haremos con nosotros mismos y será tremendamente contraproducente. Afectará nuestra psicología y, lo peor de todo, nuestra confianza para afrontar nuevos retos.

6º) El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es que nuestro objetivo es demasiado alto y que te lo pierdas, pero que sea demasiado bajo y que lo cumplas. (Michelangelo Buonarroti (1475-1564).

Buonarroti fue un escultor, pintor y arquitecto y sigue siendo considerado uno de los más grandes artistas de la historia.

Es un pensamiento que rompe con el minimalismo, tan frecuente en la política hoy día: o sea, conformarse con poco o dar poco a los ciudadanos. El gran Miguel Ángel, con su genialidad artística, estaba sentando las bases de una auténtica reflexión en materia de liderazgo. De hecho, él, a su manera, era un líder auténtico. Por ello, para no errar en el objetivo o creer que es inalcanzable para nosotros, lo que nos puede derivar a metas menores, el líder efectivo como lo fue el gran renacentista italiano, tiene que tener muy clara la meta, que es la correcta y los objetivos los que corresponden.

7º) Trabajar para aprender no por dinero. Busque puestos de trabajo que pueden ayudarle a desarrollar las habilidades, los sistemas y las personas en lugar de sólo cobrar un sueldo.

Robert Kiyosaki es un reconocido escritor, conferencista y orador motivacional estadounidense.

Es evidente que las personas van al trabajo no por amor al arte, sino que es su manera de ganarse la vida. Pero, hoy día, la moderna gestión de RRHH, cuya revolución ya lleva tres décadas, lo que inculca al personal es que no sólo es importante la paga que recibe, sino los otros aspectos que hacen a la persona, como son la capacitación, aprendizaje, trabajo en equipo, motivación, desarrollo personal y profesional dentro de la organización.

Estas cuestiones ya no las tiene que andar diciendo el líder a su personal todos los días. Pero cada empleado sabe en realidad que, cuando transmite una idea a su organización de que lo único que le importa es su paga a fin de mes, será un empleado cuyo recorrido no le llevará muy lejos.

8º) Mi consciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo.

Marco Tulio Cicerón (106 a.C.- 43 a.C.) fue un destacado jurista, filósofo, escritor y político romano.

Al igual que la época que le toco vivir, que también estaba plagada de corrupción política, esta frase tiene vigencia por las vicisitudes por las que atraviesa nuestra sociedad actual (internacionalmente hablando). El liderazgo que no se base en la verdad y no tenga la consciencia clara de sus actos, está llamado al fracaso. Los grandes líderes empresariales como Warren Buffett, Bill Gates, Richard Branson, Steve Jobs, han basado su cadena de éxitos en base a decir y sostener la verdad y a su libertad de consciencia, porque justamente todos ellos demostraron tener un severo juicio para afrontar los hechos que tenían por delante.

9º) La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes

Peter Drucker (1909-2005) es considerado el padre del Management moderno y uno de los responsables de la revolución corporativa en las organizaciones.

A Drucker le preocupaba la planificación y la gestión. Era un hombre muy pragmático, además de un estudioso de la teoría de las organizaciones. Pero odiaba las pérdidas de tiempo, la falta de planificación, incluso en una simple reunión de coordinación operativa y la mala gestión de RRHH.

Algunas de sus preocupaciones le llevaron a decir que los comités se celebraban a veces para cubrir “la papeleta” pero eran una pérdida de tiempo y no resolvían nada si no eran ejecutivos en base a tener ideas claras y bien programadas.

Por ello, en este contexto, una de sus frases más repetidas es que “el camello es un caballo de comité”, en el sentido de los que tienen que tomar una decisión y no tienen clara la cosa, con tal de parecer que es algo sustancial e importante para la organización, la complican, y ya que están tratando el tema caballo, dicen: “¿Y por qué no le ponemos una joroba?”, como para diferenciarlo y darle importancia.

10º) El que domina su cólera domina a su peor enemigo.

Dicen que es un pensamiento de Confucio (551 a.C.- 479 a.C.), el filósofo y pensador chino cuya doctrina se conoce como “confucianismo”.

En la organización jerárquica de hace medio siglo años se admitía elevar el tono de voz incluso llegando a situaciones de auténtica crispación en el ambiente. Desde que la inteligencia emocional y la importancia que el liderazgo da al control de las emociones y el saber hacer buen uso de las competencias emocionales, la cólera como enojo injustificado y demostración de debilidad en las posiciones, está erradicado del panorama organizacional.

Quién aún la ejerza, tendrá que revisar seriamente sus métodos de relación con los demás, porque de momento están totalmente desfasados de época. Son cosas del pasado.

11º) El director financiero le pregunta al CEO de una importante organización: “¿Qué pasa si invertimos en el desarrollo de nuestro personal y después nos dejan?”. A lo cual el CEO respondió: “¿Qué pasaría si no lo hacemos y se quedan?”.

En una época se discutía si la formación era un gasto o una inversión. Hoy día esto no se discute. Pero la reflexión del director financiero como diciendo que si favorecemos el desarrollo y capacitación del talento, podemos “tirar el dinero” en caso de que no podamos retener dicho talento, ante lo cual el CEO es contundente: en caso de que no se forme al personal y se queden, la que pierda será la organización.

12º) Son dos los momentos importantes en la vida de una persona: el día en que nace y el día que descubre por qué ha nacido.

Bonifaci Mwangi. Activista keniata actual.

No se exagera al decir que un día importante es darnos cuenta cuál es nuestra misión en la vida. La visión del keniata Mwangi nos parece interesante porque nos enseña a que es tan importante nacer biológicamente como nacer y despertar como personas cuando descubrimos nuestras habilidades, deseos y ambiciones que nos ayudarán a fijar metas y abrir caminos.

Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es, vicepresidente de Foro ECOFIN y autor del libro recién publicado ‘El Cubo del Líder’ (Ed. Kolima; disponible a la venta pinchando aquí), en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN, y Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education).

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