Simplifica tu vida y ahorra tiempo

En un tiempo en que la tecnología nos ayuda a ser más eficientes y especialmente a ahorrar tiempo, no necesariamente somos coherentes en lo que significa simplificar nuestra vida. ¿A qué nos referimos? A que seguimos dejándonos distraer por una cantidad de cosas que queremos hacer (a veces muy mal organizadas), y creyendo que somos muy proactivos, terminamos siendo esclavos de una variedad de actividades que nos llegan a quitar el buen humor y la alegría.

Cuando nos esforzamos y comenzamos a vivir de manera simple y experimentamos estos beneficios, nos surge seguramente la siguiente pregunta: “¿en qué otro lugar de mi vida puedo eliminar las distracciones y simplificar mi día a día para concentrarme en lo esencial?”

Una vez que podamos respondernos, entenderemos qué es importante a lo largo de nuestra existencia.

Nuestros compromisos de tiempo

La mayoría hemos ocupado nuestros días de principio a fin con compromisos de tiempo: trabajo, hogar, actividades infantiles, eventos comunitarios, actividades religiosas, pasatiempos, deporte y una larga lista de cosas que hacemos, algunas bien, otras a medias y otras mal.

Pero en el momento que te sea posible, debes librarte de los compromisos de tiempo que no estén en consonancia con tus valores más importantes.

En cuanto a tus objetivos

Es interesante que te des cuenta que no tiene consecuencias negativas que reduzcas el número de objetivos por los que te esfuerzas en tu vida. A lo mejor tienes que reducirlos a uno o dos. Al reducir la cantidad de objetivos que te esfuerzas por lograr, mejorarás tu enfoque y tu tasa de éxito. Tampoco significa que renuncias a los demás. Solo que los pospones. Que estás estableciendo unas prioridades sobre cuáles cumplir primero (o que consideras impostergables) y cuáles puedes diferir, con la seguridad de que no te afectará anímicamente esta decisión.

Puedes empezar a hacer una lista de las cosas que quieres lograr en tu vida y elegir las tres más importantes. ¡Concéntrate en esto!

Como simplificar tu vida

Desde cualquier ángulo que la mires, sabes desde siempre que la vida moderna nos empuja y nos lleva a hacer más cosas, a querer ser más como personas (que nos valoren más), a buscar más éxito en nuestra profesión y también a gastar más. Terminamos tratando de hacer todas las cosas que nos hemos propuesto para el día de hoy, y nos pone de los nervios que no estemos cumpliendo con la agenda de la semana que nos habíamos propuesto. Por eso no debe sorprendernos que nos preguntemos más tarde por qué nos sentimos cansados, estresados ​​o que actuemos durante cada día, especialmente desde el momento que salimos para el trabajo, como si tuviésemos puesto un piloto automático que vamos pasando de una acción que realizamos a otra y así sucesivamente de un día tras otro, de una semana tras otro, y se nos van los años.

Si esto te resulta familiar, te animamos que hagas una pausa, te tomes un respiro y pienses.

¿Cómo te sientes realmente acerca de tu vida y los días que la componen?

Te surgirán más preguntas, tales como si estás ocupado haciendo las cosas correctas o también, cuántas otras cosas son las que te gustaría estar haciendo en su lugar. Te preguntarías también si te sientes feliz y alegre o por contario, te notas con cierta inquietud y que no estás muy centrado en lo que haces.

Simplificar tu vida se trata de enfocarte en lo que es importante para ti. Se trata de encontrar formas más fáciles de hacer las cosas que tienes que hacer y darte más margen de maniobra para las cosas que quieres hacer.

En el libro de Elaine St. James “Simplify Your Life: Ways to Free Yourself to Enjoy the Things That Really Matter to You” (Simplifique su vida: formas de liberarse para disfrutar de las cosas que realmente le importan), esta destacada autora de libros de autoayuda que durante muchos años tuvo una exitosa trayectoria como ejecutiva, en un momento decidió simplificar su vida, reflexionar acerca de lo que era realmente importante para ella y centrarse en ello. Por eso decidió compartir con sus lectores esta especie de guía para que las personas puedan simplificar la vida, para lograr una vida plena y feliz.

Catherine Beard que creó “The Blissful Mind” (La mente dichosa) dice en su Web que la ha creado para ayudar a reducir el agotamiento para que las personas puedan estresarse menos y concentrarse más en lo que realmente importa. Plantea como objetivo ayudar a organizar los pensamientos, relajar la mente y superar tus dudas para que dejes de estresarte por el futuro y hagas que las cosas sucedan ahora.

Parece que las prioridades se convierten en clave

Simplificar nuestra vida no deja de ser indicativo de que debemos poner un poco de orden, especialmente cuando nos estamos enfrentando a nuestra vida diaria. Por eso hay que eliminar cosas que no sean prioritarias y nos consumen el tiempo. Eso significa que retengamos energía para las cosas que realmente te importen.

¿Cuáles son tus fuentes de complicaciones?

Debes identificar y eliminar las principales fuentes de complicaciones en tu vida. Esto implica que hay que deshacerse de ese desorden que tienes en tu casa que te quita tiempo y espacio.

¿Cuál es nuestra visión sobre la posibilidad que las personas tienen de simplificar su vida?

Altamente positiva, ya que cuando tomas la decisión de reducir (simplificar) estás generando tiempo, que precisamente no nos sobra. Por eso, cuando encontramos historias reales, que por simple que parezcan, siempre ocurre que son muy aleccionadoras y sobre ellas replicamos y divulgamos como es nuestro estilo. Es el caso de la estadounidense Shirley Michels, madre de familia y auxiliar de oftalmología, que renunció a su trabajo y se dedicó a prestar un servicio a la gente para gestionarle cosas, justamente para que pudieran ahorrar tiempo y aprovecharlo en otras actividades. En este caso era el tiempo que insumían para realizar trámites o determinados recados personales.

Hizo tarjetas que decían. “CÓMPRESE UN POCO DE TIEMPO, yo me ocupo de sus recados”, pero además daba unas directivas realmente interesantes, en aras de priorizar nuestras actividades cotidianas, que las describía así:

1º) Empiece bien el día.

2º) Tire todo aquello que no sirve.

3º) Aprenda a decir que no.

4º) No pierda tiempo por ahorrarse unas monedas. A todos nos han enseñado a valor el dinero, pero no el del tiempo.

No debes confundirte por más posición que ocupes en la jerarquía de una empresa

No importa que seas un líder, ya que siempre tendrás espacio y oportunidad, para modificar y mejor tus hábitos, al mismo tiempo que gestionar mejor tu tiempo. Porque coincidirás con nosotros que cuando tenemos un mínimo de orden (siguiendo las reglas que nos impongamos), terminaremos haciendo mucho más fácil (además de simple) nuestro día a día y lo más importante, te sentirás bien contigo mismo y especialmente con tu entorno.

A las reglas de la Sra. Michels nos hemos permitido ampliarlas un poco, como sigue:

– Para la primera de empezar bien el día, le hemos agregado un concepto nuevo: ayúdate a cambiar tu mundo.

La eficacia de acomodar el propio espacio para lograr el cambio exterior ha quedado bien probada en varios estudios. Pequeños hábitos que facilitan la relación con los demás, como un simple post-it de recordatorio. Recordar una fecha de cumpleaños o cómo se encuentra la madre de un jefe que está hospitalizada. Cuánta más sensibilidad se demuestra tener, mejores respuestas no esperadas tendrás de los demás.

– Para la segunda, de tirar todo aquello que no sirve, la cual es perfectamente asumible al poner orden en nuestra casa y nuestras cosas en general, le hemos agregado algo más intangible, como la de dejar de lado todo aquello que fomenta en ti pensamientos negativos. O sea, desligarnos de la energía negativa. Ten en cuenta que una sonrisa tiene el poder de diez caras serias. La distensión te ayudará a pensar y decidir con claridad.

– Para la tercera regla hemos agregado que hay que aprender a dar respuestas negativas, ya que no es lo más importante quedar bien, sino explicar el por qué no se está de acuerdo con algo. Coincidir y ser aseverativo tiene valor, pero más lo tiene decir que no. Quien tiene un carácter firme sabe decir que no. Si además tiene poder, tiene la obligación de decir que no, cuando es en beneficio del resto del equipo.

– Para la cuarta regla de que es importante el valor del dinero, pero mucho más es valorar el tiempo, creemos que para que seas más efectivo en tus tareas, tener en cuenta esto y convertirlo en un hábito, en una forma de pensar y actuar, te dará la satisfacción de sentir que las horas de trabajo las sabes aprovechar bien. Quién no valora su tiempo no puede valorar el de los demás. Si eres muy consciente del valor de tu tiempo, también te comprometerás con el tiempo de los demás (puntualidad, formalidad, esfuerzo, sacrificio, etc.).

Agregamos una quinta regla que pone más en contexto todo lo dicho, que es que, salvo raras excepciones, siempre hay una segunda oportunidad.

Lo difícil es saber el límite temporal que resta para intentar nuevamente lo que no te salió bien la primera vez. Aceptar un resultado negativo con honestidad y sin pretender justificar lo que es injustificable. Y ante el éxito de cualquier resultado, la humildad debe ser la norma.

Todos debemos reconocer que nos cuesta años de nuestra vida comprender la importancia de las pequeñas cosas, las más simples y sencillas, que son las que al final de cuentas condicionan nuestra forma de vivir.

Artículo coordinado por José Luis Zunni, presidente y CEO del Instituto Europeo Ecofin de Liderazgo (IEEL), director de ecofin.es, vicepresidente de Foro ECOFIN y autor del libro ‘El Cubo del Líder’ (Ed. Kolima; disponible a la venta pinchando aquí), en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN y presidente honorario del Instituto Europeo Ecofin de Liderazgo (IEEL) y también autor del libro ‘El Cubo del Líder’.

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