¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! es un poema de Walt Whitman escrito en homenaje a Abraham Lincoln, presidente de EE.UU., después de su asesinato en 1865. Pero seguro que a todos nos recuerda otra cosa: cine, emociones, liderazgo, el profesor que nunca tuvimos. ¿Por qué?
Cuando en la extraordinaria película “El club de los poetas muertos” (1989) de Peter Weir, el actor Robin Williams da vida a un profesor de instituto de un regio colegio inglés de los años 50 del siglo pasado, lo que el espectador ajeno al mundo del liderazgo no puede percatarse que en realidad la película se trata de esto: de forjar líderes.
En los primeros minutos, el director presenta una escena en la que el profesor John Keating les enseña el valor que la poesía tiene en la vida de las personas. Porque les dice a los alumnos que, si bien son importantes otras disciplinas, lo que caracteriza a la poesía es la pasión.
A lo largo del filme se suceden varias situaciones en los que Keating se esfuerza en que sus alumnos adolescentes tengan otra visión del mundo, de ahí que los hace subir a sus pupitres para que así vean desde otra perspectiva el mundo que les rodea.
Esta forma de explicar la visión que un líder debe tener del entorno es tan sencilla que podría decirse de una genialidad desorbitada.
Desde esta tribuna no podemos más que ensalzar una obra maestra tan especial que si algo tiene es la enseñanza de la compasión y la sensibilidad.
Sin duda, el profesor Keating estaba centrando a sus pupilos en lo que aún en esa década en la que se ubica la película, no se había desarrollado como lo ha sido en los últimos veinte años: el mindfulness.
Justamente el director de programas de atención plena y compasión de LinkedIn Sott Shute dice: “La compasión es una estrategia para el éxito a largo plazo”.
Para Scott Shute, la atención plena es un trabajo de tiempo completo. Literalmente.
Después de seis años como vicepresidente de operaciones globales de clientes de LinkedIn, en 2018 se convirtió en director de los programas de atención plena y compasión de la empresa.
Lidera un equipo que lleva a cabo entre 40 y 60 sesiones de meditación a la semana en todo el mundo, organiza talleres sobre temas como la resiliencia y una mentalidad de crecimiento, y realiza mini retiros para aquellos que desean profundizar en sus prácticas de atención plena.
Vamos a adentrarnos en la importancia que tiene el mindfulness, tanto desde el punto de vista del liderazgo como de la vida en general.
Porque justamente si algo puede considerarse a esta técnica de meditación y concentración, que en realidad es una filosofía de vida per se.
Vamos a aclarar que el minfulness incluye, por supuesto, la meditación, aunque vamos a precisar un poco más esta cuestión:
– Es junto a otras también una técnica de relajación.
– La meditación persigue buscar un estado de atención que se focaliza tanto en un pensamiento, como en un sentimiento, un objeto o algún elemento perceptivo de la persona, como son los latidos del corazón.
– El Mindulness debemos entenderlo como un giro pragmático a la concepción de meditación tradicional.
– Las propuestas de investigación y práctica del Mindfulness tienen el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas en unos términos muy concretos, y no están vinculadas a una religión o una filosofía de vida determinadas.
Hechas estas primeras aclaraciones, es fácil concluir que el mindfulness es una práctica que puede convertirse en herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas de manera demostrable.
Y es el método científico el que nos da la garantía de que algo esta probado y se conocen sus reacciones y consecuencias.
El enfoque científico del Mindfulness
Una cuestión es la meditación sin observancia de determinados parámetros que deberíamos tener en cuenta, durante ese momento personal en la que una persona quiere tener su espacio vital porque necesita incorporarlo para sentirse bien.
Por tanto, vamos a utilizar el término mindfulness en el contexto de una meditación convencional pero estructurada de acuerdo a ciertos axiomas y normativas avalados por la ciencia.
También esta forma de concebir el mindfulnes es importante porque lo transforma en una herramienta cuya modalidad de aplicación está relativamente bien consensuada.
Y es el consenso, el compartir información por parte de diversos equipos científicos en todas las latitudes, que permite en todas las disciplinas científicas una guía y/o estructura mínima (metodológicamente hablando) para que las personas puedan seguir unos mismos criterios de actuación.
Que no sólo estén probados en cuanto a su utilidad, sino que estén perfectamente instaurados como parte del pensamiento sobre un conocimiento particular y muy especialmente, de la praxis del mismo que lo pone a prueba.
La experimentación en el campo psicológica y psicosocial ha sido relevante en los últimos diez años.
Cuando, por ejemplo, la metodología científica nos permite comparar casos y cruzar datos de diferentes investigaciones, además de garantizar de que todos los equipos de investigación han hecho lo mismo, se produce una ampliación tremenda de la masa crítica sujeta a análisis.
Mindfulness y objetivos de esta técnica
Un enfoque pragmático orientado a los objetivos es la característica principal del mindfulness, ya que se puede adaptar a diferentes contextos y entornos.
Ser amable incrementa los sentimientos positivos
Ser amable con otras personas puede hacer que tanto ellos como nosotros sintamos un bienestar emocional.
Esto no es una cuestión casual, sino que está avalada por las investigaciones en el ámbito de la psicología individual y social.
Cuando se hace el esfuerzo de sentir compasión por los demás y los tratas con paciencia y amabilidad, se produce una reacción fisiológica que puede reducir la dañina hormona del estrés, el cortisol.
Un exceso de la misma es malo para nuestra fisiología cerebral, interfiere en su funcionamiento y altera incluso la memoria.
Es interesante ver cómo lo plantea James Doty, profesor clínico de neurocirugía en Stanford y coautor de un estudio en el dice que aprender la bondad y la compasión puede crear este efecto beneficioso para disminuir esa carga de estrés negativo.

Imagen de la película “El Club de los Poetas Muertos) (1989) de Peter Weir.
Quién puede negar que la gran mayoría de personas en sus trabajos, muy especialmente la que tienen puestos de responsabilidad y dirección de personas, experimentan un cierto nivel de estrés (se agudiza más o menos en función del tipo de trabajo) durante la mayor parte del tiempo.
Doty cree que si, por ejemplo, había que entregar el informe final de un proyecto determinado día y por motivos atinentes a un miembro del equipo se debió aplazar 24 horas, lo normal es que el jefe responsable del trabajo no se lo tome con parsimonia. Muy por el contario, la respuesta habitual es un gran enfado, echar culpas, etc.
En estos momentos la fisiología cerebral y el estrés no están siendo benévolos con nuestra salud.
Aunque no lo sintamos, el desgaste se produce. Como se dice coloquialmente: “la procesión va por dentro”.
La tensión y el nerviosismo del jefe se traslada al grupo, el ambiente se caldea
Entonces, coincidiendo con Doty, ¿es normal que en esos momentos actuemos con compasión? Agregamos nosotros: ¿es normal que nos pongamos en el lugar del otro con un poco, al menos, de empatía?
Por supuesto que ambas preguntas tienen respuesta negativa.
Si usted es como la mayoría de las personas, el hecho de que sienta estrés hace que sea más probable que responda con ira en lugar de con amabilidad.
Según Doty, cultivar sentimientos de bondad y compasión contrarresta ese estrés, “cuando alguien actúa con una intención compasiva, tiene un enorme efecto positivo en su fisiología, lo saca del modo de amenaza y lo pone en el modo de reposo y resumen”.
Se está refiriendo a la manifestación externa de los sentimientos que pudieron haberse convertido en enojo, ira, disgusto, etc.
De ahí que insiste en que para ser feliz hay que practicar la compasión.
Además de reducir nuestros propios niveles de estrés, hay muchas pruebas de que ser amables con los demás nos hace más felices.
Deje de tratar su trabajo y su vida como algo separado
Uno de los errores más frecuentes que cometemos es considerar que tenemos dos vidas: la laboral y la personal.
Pero el trabajo no debería ser una carga que tenga lugar fuera de su “vida real”.
En The Full Body Yes, el libro de próxima aparición de Scott Shute, muestra cómo la evolución dentro de las empresas radica en la evolución de nosotros mismos.
Después de todo, una empresa es la suma de su gente: nosotros decidimos dónde, cómo y por qué trabajamos.
A través de un plan de acción de cuatro pasos, Shute demuestra cómo el viaje hacia una vida laboral de felicidad y significado auténtico está impulsado por la compasión.
¿Qué es lo que propone Shute?
A través de actividades guiadas para cultivar la compasión por usted mismo y los demás, avanzará hacia un estilo de vida laboral que le permita:
- descubrir lo que es importante para su vida, de modo que pueda dedicar más tiempo a hacer precisamente eso.
- reconocer y fortalecer la parte más profunda de uno mismo.
- medir el éxito por su propia felicidad.
- darse ese espacio y tiempo para desarrollarse y evolucionar en el trabajo.
Shute cree (nosotros también) que toda persona merece hacer un trabajo que le haga feliz, al mismo tiempo que encontrar felicidad en el trabajo.
Y este punto aflora en su pensamiento la compasión, porque dice que con ella todos podemos llegar a ese lugar de felicidad que buscamos.
Volviendo nuevamente a la película, una escena en la que el profesor Keating les insta a sus alumnos a que se aferren a la vida, que la vivan con intensidad (carpe diem), les está haciendo focalizar toda su energía y juventud en que no la desaprovechen, que la vivan plenamente.
Keating les anima a aplicar toda su pasión en lo que creen y les gusta, por ejemplo, a uno de ellos le gustaba la interpretación, pero cualquier cosa que hicieren debían hacerla con entrega, con pasión.
Esta manera de focalizar, de buscar resultados concretos desde el bienestar emocional, es posible gracias al instrumento del mindfulness, a lo que es la atención plena, también la consciencia plena.
Liderar con efectividad es, le guste o no a muchos escépticos sobre estas cuestiones, un altísimo porcentaje de pasión, compasión y ayudar a los demás a centrarse en lo que deben, sintiendo satisfacción por hacer las cosas bien a pesar de las dificultades a las que se enfrenten.
La pasión y el mindfulness son dos caras de una misma moneda.
El profesor Keating era un formador de líderes. Un forjador de caracteres. Un docente que ponía pasión en lo que hacía porque creía en ello y porque en él se reflejaba el rostro sorprendido y de admiración de unos jóvenes que empezaban a comprender qué era realmente la vida.
De esto también trata el liderazgo, porque lidera la vida de personas. Cuanto más pasión, mejor liderazgo.
Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es, vicepresidente de Foro ECOFIN y autor del libro recién publicado ‘El Cubo del Líder’ (Ed. Kolima; disponible a la venta pinchando aquí), en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN, y Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education).