Persevera y triunfarás

¿La razón del éxito? Del latín perseverantia, la perseverancia es la acción y efecto de perseverar, que significa mantenerse constante en un proyecto ya iniciado. También aplicable a cuando se mantiene firme una actitud o una opinión, incluso cuando las circunstancias son adversas.

La perseverancia es la capacidad para seguir adelante a pesar de los obstáculos, dificultades, desánimo o cuando el espíritu de la persona ya le indica que debe rendirse y en cambio decide continuar. La persona perseverante siempre termina lo que tiene entre manos. Cuando la cosa no sale bien, vuelve a intentarlo a pesar del sentimiento de frustración o fracaso que pueda haber experimentado.

triunfaras

Hay frases que no por repetirlas hasta el cansancio, dejan de ser ciertas. Podría pensarse que sentencias del tipo de: “persevera y triunfarás” tienen la fuerza de un eslogan publicitario, aunque en realidad todo se reduce a una cuestión de probabilidades. Cuántas más acciones se llevan a cabo, mayores serán las posibilidades de éxito.

Nosotros creemos que sólo se puede inclinar la balanza a nuestro favor (ley de probabilidades) dependiendo de cuántas y cuáles son las acciones que cometemos. Pero, ojo al dato: no sólo el quantum, sino el qualitum. Porque es evidente, que en algunas circunstancias casi excepcionales, como Benjamin Franklin que tuvo que pasar las mil experimentaciones para llegar obtener por fin la lámpara incandescente, la cantidad de fallos no jugó en contra de la calidad del invento final. Pero en la vida laboral cotidiana, es conveniente errar poco, a pesar de que de los fracasos se pueden obtener la experiencia necesaria para encaminarse hacia el éxito.

Las personas mentalmente fuertes y que tiene un alto nivel de resiliencia, todas ellas tienen un común denominador: la perseverancia. No se resignan nunca ante el fracaso, jamás renuncian a sus valores y creencias cuando creen que están en lo cierto.

Desde esta poderosa tribuna que es ECOFIN Management & Leadership, tratamos de dar réplica a algunos de los más destacados líderes de la actualidad. Encontrarnos en la red es hoy día algo a lo que estamos acostumbrados, pero desde ECOFIN a su vez queremos sacarle mucho más partido en beneficio de nuestras lectoras/es.

Queremos compartir la historia real que relata Nathan Kontny, CEO de Highrise, creadora de un software CRM muy simple y potente para empresas, además de haber desempeñado el papel de ingeniero de sistemas para la reelección del presidente Obama.

Kontny publica en Huffington Post un artículo que titula ‘Why are some people so good at persisting?’ (¿Por qué algunas personas son tan buenas perseverando?) y también en QUARTZ.com otro titulado ‘People who succeed against the odds all have one thing in common’ (Todas las personas que tienen éxito contra todo pronóstico tienen una cosa en común). ¿Por qué referimos los dos? Porque cuentan la misma historia que es aleccionadora sobre el difícil camino del éxito y los sacrificios que hay que realizar.

Kontny dice que para dar respuesta a las preguntas que se formula, puede ser muy útil observar el ejemplo de un empresario taiwanés que en 1933 se trasladó a Japón y construyó una compañía de ropa logrando un gran éxito. Durante la Segunda Guerra Mundial amplió su negocio entrando en otros sectores, tales como proyectores, refugios antiaéreos, etc. La policía militar japonesa lo detiene cuando se encontró con problemas financieros cuando solicitara él mismo una investigación, pero en lugar de concedérsela, lo enviaron a una prisión militar. Después de casi morirse de hambre y ser torturado, llega el fin de la guerra. La economía japonesa estaba en ruinas, por lo que había que reconstruir Japón.

Una vez recuperado físicamente, comenzó de nuevo en los negocios gracias a algunas personas que le ayudaron. Con los años, construyó un imperio en el sector inmobiliario pero terminó nuevamente en la cárcel por evasión de impuestos, cargos que finalmente fueron retirados. Volvió a empezar y se inició en el sector de la alimentación, investigando hasta que obtuvo finalmente el producto final que valdría oro: los fideos instantáneos. Con ellos creó un gigante empresarial, logrando ser una de las empresas de mayor valor en la Bolsa de Tokyo.

Kontny reflexiona sobre esta historia, que si bien dice que es “inspiradora sobre la perseverancia”, de la cual puede deducirse que este empresario llamado Momofuku Ando, debe haber poseído por una fuerza de voluntad extraordinaria que la mayoría de nosotros nunca tendrá y que deberíamos inspirarnos en su ejemplo, posiblemente no podríamos imitarlo, ya que Kontny cree que la historia de Ando en realidad no es sólo la suya, sino de las personas que lo ayudaron.

Coincidimos en parte con Kontny, no es su totalidad, pero nos parece interesante su aporte doctrinario. Profundiza en su análisis pasando a otra cuestión diametralmente opuesta, como es por qué se dan por vencidos, los jóvenes que deciden abandonar la universidad. Kontny afirma que es por muchas razones, pero resulta que hay un factor aún más decisivo que determine que renuncien a seguir su carrera o permanezcan estudiando.

Para ello recurre al modelo de Vicente Tinto, profesor en la Universidad de Syracusa (Nueva York), que es bien conocido por sus teorías sobre la persistencia de los estudiantes a través de la educación superior. Su investigación se basa en lo que se conoce como el ‘Modelo de Institucional de Salida’ (abandono o deserción).

Vicente Tinto (1993) identifica tres fuentes principales del abandono del estudiante:

– Dificultades académicas.
– Incapacidad de las personas para resolver sus metas educativas y ocupacionales.
– Incapacidad para ser o seguir siendo incorporado en la vida intelectual y social de la institución.

Porque de lo que se trata de persistir, pero para ello los estudiantes necesitan integración, tanto formales como informales, siendo éstas últimas, las interacciones entre alumnos, personal no docente, profesores, sistemas académicos y actividades extracurriculares. Pero además, los alumnos que finalmente perseveran en sus estudios, requieren de la interacción con otros grupos de estudiantes, lo que en definitiva es tener la percepción de que están totalmente integrados en la comunidad. El modelo de Tinto nos informa de que, por encima de todo, la universidad es una transición de una comunidad a otra. El éxito en la universidad depende de lo bien que nos integramos en esa nueva comunidad.

Frente a esta aportación doctrinaria de Kontny y de las investigaciones de Tinto, ponemos sobre la mesa cuál es nuestro punto de vista, que como siempre decimos, es nuestro aporte doctrinario: que las personas que perseveran en la vida no están solas, o que al menos en el momento crucial que tuvieron que afrontar un tremendo fracaso y sentir que no tenían salida alguna, hubo otras personas que les ayudaron y formaron parte decisiva de esa reincorporación hacia el camino del éxito. Hasta este punto, la coincidencia con el enfoque de Kontny es al 100%. Pero para no desviar la atención, seguimos con su tesis y replicamos después.

Kontny cree que lo que prevaleció en el caso de Ando, como lo que sostiene la investigación de Tinto, es que las formas que adoptan las relaciones humanas, desde auténticas comunidades como en la Universidad, o de pequeños grupos de personas que en un momento concreto ayudan a otras, prevalece el sentido comunitario para forjar el espíritu emprendedor y de perseverancia.

Es innegable este espíritu en el ambiente universitario y en los modelos colaboracionistas que especialmente han impuesto las nuevas estructuras organizativas, lideradas por una forma de pensar diferente en materia de liderazgo como es el que han impuesto las startups tecnológicas. Pero cuando analizamos casos como el de Branson, Buffett, Gates, Welch y otros destacadísimos líderes empresariales, creemos que si bien la perseverancia es característica común en todos ellos, no es la más importante. Los líderes efectivos tienen ese instinto nato que les diferencia del común de los mortales. La visión privilegiada del mundo que les rodea que les permite ver dónde otros no ven con la misma claridad. La determinación y firmeza de su carácter que es el que hace que personas como el taiwanés Ando pudieran una y otra vez levantar auténticos imperios empresariales.

Fueron persistentes, no cabe duda, pero su perseverancia se basaba en la creencia en que sus proyectos y la forma en la que percibían la realidad del entorno era la correcta. La perseverancia les ha llevado al no siempre fácilmente transitable camino del éxito, pero la orientación, la planificación de sus actos, la manera en que implementaron sus acciones, subyace en la fortaleza mental, la mente abierta, la capacidad de empatizar con las personas, generar confianza y credibilidad, para que en definitiva, las personas bajo su mando se sientan que tienen un auténtico líder en vez de un jefe.

Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es, en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN, Javier Espina Hellín, miembro de ECOFIN Business Schools Group, y Ximo Salas, miembro del ECOFIN Management & Leadership de ECOFIN.

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