El líder atrapa-sueños

Así nació el algoritmo de Google o la formulación de la tabla periódica. El sueño es catarsis y alumbramiento. “Cuando aparece un gran sueño, atrápalo”, aconseja Larry Page, el mago de Google que tuvo su sueño una noche en la Universidad de Stanford en los años 90. Su visión se hizo realidad con su algoritmo de 200 variables y con Alphabet Inc., la matriz de Google convertida en la mayor empresa del mundo.

La vida es soñar despierto. Y si los sueños se cumplen, la realidad se transforma. Pero no hablamos sólo de ilusión; sino del poder atrapa-sueños. Hasta en los mercadillos medievales venden promesas de magia: llamador de ángel, atrapa-sueños… Pero una buena libreta y un bolígrafo pueden convertirse en la fórmula mágica que capture la ideación onírica. Si Picasso aconsejaba que la inspiración te llegue trabajando, yo aconsejo que el sueño te despierte con papel y lápiz para atrapar el sueño.

lider sueños

Durante las distintas fases del sueño, nuestro cerebro se desfragmenta, se resetea, se reinicia y se transforma en inteligencia disruptiva capaz de resolver los más complejos puzles con las más inverosímiles variables aleatorias que durante el día nos parecerían opciones disparatadas. Decía Arianna Huffington que “durante el sueño las neuronas del cerebro se reorganizan, por lo que podemos encontrar soluciones donde antes solamente había obstáculos.”

El llamado sueño reparador es capaz de conectar el big data que durante el día almacena y durante la noche procesa. Un neurólogo de Harvard asegura que los emprendedores que duermen bien tienen un tercio más de posibilidades de conectar ideas no relacionadas en apariencia.

La receta parece nueva cuando se la adorna de palabras como big data; pero el concepto es tan milenario como la Humanidad. De hecho, la teoría económica de los ciclos fue formulada en un sueño hace más de tres mil años. Un faraón tenía una pesadilla recurrente a la que no sabía dar explicación. No podía llamar por teléfono a Simon Freud, porque tardaría muchos siglos aún en nacer; por lo que recurrió a un esclavo extranjero de nombre José. Y éste, al oír el sueño del faraón egipcio enunció la teoría de los ciclos económicos que cualquier hombre de campo recuerda: a doce vacas opulentas sucederán doce vacas flacas. Y así, el faraón acopio grano y recursos durante los doce años de bonanza para luego consumirlos en el ciclo de carestía. Así pues, sueño y economía, predicción e invención son componentes imprescindibles y poco cuidados de los líderes de todos los tiempos.

La ilusión, el proyecto o los ideales son los sueños nocturnos que arrastramos a la vigilia; pero siempre detrás de cada gran hombre -empresario o poeta- existe ese placer de que anoche tuve un sueño, y esta mañana tengo la voluntad de hacerlo realidad. Sic transit!

Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN y consejero de Telemadrid

Artículo publicado en La Razón.

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