¿Cambio de Ciclo?

Morosidad, insolvencias, inflación, subida de tipos, carestía de la energía, bajada del consumo, escasez de materias primas… ¡el Cambio de Ciclo ha llegado! No paramos de escucharlo. Pero, ¿hay ciclos en la Economía? 

Desde el sueño del faraón de Egipto, millones de economistas a lo largo de la Historia hablan de ciclos económicos. Todo empezó con aquello que narra el Génesis en la Biblia: “Y las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas”. Entonces el faraón de Egipto llamó a su analista económico de cabecera. Y un tal José -un convicto judío, para más señas- dio la primera clase de Prospectiva Macroeconómica: a 7 años de bonanza económica seguirán otros 7 años de carestía y escasez. Y aquí comienza a rodar la teoría de los ciclos económicos.

Innovación anticíclica

Pero hay medidas anticíclicas. La más potente de las recetas es la Innovación.

En lo que va de siglo XXI nos hemos enfrentado en todas las organizaciones del mundo, a fuerzas durísimas de la innovación y el cambio, responsables en gran parte de todas las expulsiones de empresas, marcas y productos que ya no están en los mercados.

Referirnos a ciclos, por ejemplo, de la naturaleza, es hacer mención de procesos naturales de nacimiento, crecimiento, desarrollo, madurez y muerte. En todos los órdenes de la naturaleza, se cumplen ciclos. Conocemos los cuatro procesos ecológicos fundamentales de los ecosistemas que son el ciclo del agua, los ciclos biogeoquímicos (o de nutrientes), el flujo de energía y la dinámica de las comunidades, es decir cómo cambia la composición y estructura de un ecosistema después de una perturbación.

También nos podemos referir al proceso natural en el que los elementos circulan continuamente bajo distintas formas entre distintos compartimentos del medioambiente (por ejemplo, el aire, el agua, el suelo, los organismos). Algunos ejemplos son el ciclo del carbono, del nitrógeno y del fósforo (ciclos de nutrientes) y el mismo ciclo del agua.

¿Podemos hablar entonces de ciclos fuera de la Naturaleza?

Por supuesto que sí, pero en cualquier otra disciplina que no corresponda al medio natural, algunas de cuyas manifestaciones hemos descrito, el empleo de la palabra y los términos derivados, por ejemplo, ciclos económicos, ciclos sociales o ciclos de la tecnología, se miran en el espejo de la naturaleza porque también existen fuerzas que impulsan, así como que destruyen las curvas que representan estos ciclos de las ciencias sociales (economía y sociología) o de las ciencias físicas y químicas.

Hay que tener en cuenta que la diferencia entre ciencia y tecnología, es que la primera estudia los fenómenos que nos rodean, caso de los fenómenos físicos o de reacciones químicas que se producen en un acuífero, mientras que la segunda aplica el conocimiento desarrollado por la teoría y experimentación científica. Gracias a recibir su andamiaje teórico y la importancia que asume la experimentación, puede entonces aplicarse para la solución de los problemas en casos concretos. Por tanto, la tecnología utiliza a la ciencia como base de su desarrollo.

Podemos decir que la tecnología nace, y con la aceleración a la que se mueve, va teniendo nacimientos derivados de tecnologías anteriores en una sucesión de avances que llega un punto en que ya se pasa a una nueva tecnología. O sea, que el desarrollo, casi igual al de un ciclo natural, fenece por el transcurso del tiempo. Una nueva tecnología surge a partir de la muerte de una tecnología anterior que sirvió de nutriente de la nueva. En cierto sentido, puede decirse que la tecnología nunca muere, o, en otros términos, siempre vive.

Esto nos lleva a que, en la actualidad, toda nueva tecnología tiene que ser sustancialmente mejor que la existente en términos de seguridad, facilidad de operación y control. También se exigen a las tecnologías de nueva creación, costes operativos más reducidos, también algún tipo de rebaja en las inversiones de capital, además de la capacidad para recuperarse de desastres, y especialmente también tiene que ser capaz esa tecnología para sobrevivir cuando cambian las condiciones a su alrededor (mutaciones severas de entorno) y el impacto ambiental.

En cierto sentido, estamos asistiendo a un proceso tecnológico Darwinista que favorece siempre, como en la teoría de la evolución de las especies, a la tecnología más puntera, más fuerte, más sofisticada y más rentable. Determinado tipo de tecnología que evoluciona continuamente a través de la mutación o de otra manera, es difícil de reemplazar, pero nuevas especies (formas de tecnología) seguirán surgiendo para desafiar a la dominante.

Negar la evidencia

Negar que la innovación y las fuerzas principales que están impulsando el cambio en las organizaciones van a afectar “mi empresa” es como negar la fuerza de la gravedad.

En primer lugar, son varias las fuerzas principales que son directamente responsables en los cambios que se están operando en todas las sociedades de los países a escala global. Para que esto sea posible, las organizaciones de todo tipo y tamaño tienen que entrar en juego. Por ello, para desarrollar un programa de innovación exitoso en cualquier empresa, se requiere que los líderes organizacionales comprendan cuáles son las fuerzas a las que deben prestar atención, para lograr ser más eficaces en la lucha por la adaptación al entorno. De ahí el término liderazgo prospectivo.

Es posible que cuando se analizan por separado los problemas que se consideran más apremiantes y que las empresas deben afrontar, no resulten para los empresarios tan graves si son considerados individualmente, pero es probable que alguna combinación de ellas tenga una gran influencia en su situación como empresario, en las decisiones estratégicas que tenga que tomar y, por tanto, en cómo debe ser su enfoque de la innovación.

Pero debemos decir que, en la clase empresarial a nivel mundial, son cada vez más las empresas pymes que habiéndose resistido a entrar en la estela de la digitalización, en los últimos dos años se han ido moviendo con más celeridad hacia las NT’s y su aplicación eficiente y que están trabajando arduamente para lograr resultados fructíferos. Es que o lo hacían o el mercado se las tragaba.

Por tanto, han tenido que esforzarse en aprender, por ejemplo, cómo usar la tecnología en la nube para reducir costes y aumentar la eficiencia comercial, lo que da como resultado una mejora del crecimiento de la empresa.

1º) La dinámica competitiva del mercado

Hay empresas que, si bien durante años venían cosechando éxitos en sus gestiones medidos en su cuenta de explotación en un incremento constante de ventas y beneficios, se resistieron un poco más de lo que era aconsejable (nos referimos al tiempo de reacción) para tomar las medidas pertinentes. Y fueron muchas, incluso grandes empresas a nivel internacional, que perdieron importantes cuotas de mercado por no subirse al tren de la innovación en el momento que había que hacerlo. Y este es el punto en el que surge un comportamiento empresarial, que puede pertenecer tanto a una pyme como a una multinacional: la arrogancia.

¿Y cómo se manifiesta esta actitud arrogante? Por ejemplo, cuando un empresario y/o directivo afirma que “lo que hemos venido haciendo nos ha posicionado como líderes en el sector, por tanto, serán los otros competidores los que tendrán que seguirnos”.

¡Y craso error! Porque justamente los esfuerzos que hacen los que no están en primera posición de mercado son siempre muy grandes (especialmente financieros y estratégicos) para poder tener no solo un crecimiento como empresa, sino poder competir de tú a tú con los de la primera fila.

Veamos un ejemplo clásico que sucediera en la última década del siglo XX, en concreto en 1992, cuando Wal-Mart superó a Sears para convertirse en el minorista número uno del mundo. ¿Cómo permitió Sears que esto sucediera? Es justo el mal que sufría Sears de esa arrogancia a la que nos referimos, de pensar que como empresa era totalmente invulnerable, y luego sus líderes malinterpretaron fundamentalmente la dinámica competitiva clave en el mercado y permitieron que Wal-Mart los superara en innovación en tres aspectos críticos en cuanto a las dimensiones que debía asumir su desempeño empresarial:

– Coste de los bienes.

– Coste de distribución.

– Fijación de precios.

O sea, que lo que Wal-Mart logró dominar en esa época y que sigue vigente hoy día como principio, es el de la mercantilización. ¿Qué se entiende por mercantilización? Se define como la transformación de los bienes, servicios, ideas y personas en objetos de comercio estandarizados. Y es un proceso que bien implementado empuja inexorablemente los precios a la baja, y que sigue siendo una fuerza competitiva formidable que se manifiesta actualmente asumiendo formas diversas, caso de introducir innovaciones tanto en los modelos de negocio como en la cadena de suministro, por ejemplo, delegando la fabricación del producto en un país del cual se obtiene una sustancial rebaja en los costes laborales.

2º) La revolución digital y la mediatización

Las empresas de todo el mundo reducen sus costes operativos, aumentan sus capacidades de TI y mejoran sus propios modelos comerciales al crear mejores productos y servicios a precios más bajos. Pero lo más importante que se produce a escala social, es que esta tecnología digital se vuelve progresivamente más significativa a medida que se aplica a más y más funciones de la vida, los negocios y la sociedad. ¡Quién puede dudar hoy día que gracias a las NT’s, por ejemplo, las apps de los móviles, cambiamos nuestros hábitos de consumo y también de vida!

¿Puede concebirse un negocio hoy día en que no se utilice Internet? Podemos decir que hacer negocios actualmente sin contar con Internet es algo inconcebible, pero más aún: las innumerables herramientas de software que usamos para administrar la empresa moderna, a lo que hay que sumar los cientos de millones de personas que están utilizando plataformas de redes sociales como Facebook, MySpace, Twitter y LinkedIn para comunicarse entre sí, constituye una tendencia con un enorme impulso y con una enorme importancia que estimamos seguirá creciendo. Es un proceso que se abrió en su momento como síntoma de una mayor apertura social, mayor transparencia y conocimiento colectivo, por lo que es obvio que no va a detenerse.

La pregunta que debe hacerse es: ¿Cómo afectará el auge imparable de las redes sociales a los mercados en los que su empresa actúa y cómo cree que tiene que hacer para no perder esta partida? Entonces, también puede preguntarse a continuación: ¿Qué importancia tiene la comercialización en redes sociales? Y la respuesta surge con claridad: permiten conocer más al cliente, leyendo sus gustos, deseos y otras informaciones valiosas para las empresas. Además, pueden perfectamente convertirse (de hecho, lo hacen) en canales de venta, ya que, las redes sociales también pueden usarse para vender productos o servicios, principalmente a audiencias con las que ya se tiene una relación.

La cuestión es si lo está haciendo y por supuesto, si además de hacerlo, se hace bien. Nos referimos a la eficacia en el uso de las redes como herramienta de comercialización.

Ventajas de tener redes sociales para una empresa

Se convierten en un escaparate empresarial: al igual que el escaparate distinguido de una tienda de lujo en una calle céntrica que nos llama la atención, las redes sociales también ejercen para las empresas este rol, pudiendo mostrar en ellas la visión del negocio y ser una tarjeta de presentación para los clientes. Las marcas con una fuerte presencia en redes sociales siempre serán más exitosas que aquellas que no la tienen, al ser percibidas como más profesionales y modernas.

Potencian la imagen corporativa (Branding): sin duda las redes sociales promueven el branding o imagen corporativa, fundamental para dar confianza al cliente, logrando conocimiento, y lo que es importante, el recuerdo constante que un cliente tiene de una marca, lo que genera vínculos y relaciones estables.

Mayor posicionamiento (SEO): aportan tráfico a los sitios de las empresas, logrando un mejor posicionamiento en los motores de búsqueda, como Google. Contar con publicaciones frecuentes y constancia en los contenidos que se suben a la Web, son claves para visualizar el negocio.

Reputación online: aumentar los comentarios positivos, testimonios y mejorar la presencia en internet, son elementos importantes para una notable reputación online y mejores oportunidades de negocio.

Relación directa con el cliente: es posible una relación más personalizada y directa con el cliente, tanto para fidelizarlos, resolver problemas, dudas o entregar información. Son un canal de servicio de atención al cliente. También permiten conocer más al cliente, leyendo sus gustos, deseos y otras informaciones valiosas para las empresas.

Canales de venta: las redes sociales también pueden usarse para vender productos o servicios, principalmente a audiencias con las que ya se tiene una relación.

Segmentación del público: se puede segmentar publicaciones de acuerdo con las características de las audiencias, dirigiéndose hacia públicos de mayor afinidad con la marca.

Conocer a la competencia: son un medio en el que se puede monitorizar a la competencia, analizar sus acciones y conocer las reacciones que provocan en las audiencias y en sus comunidades.

Información en tiempo real: permiten comunicar o contestar mensajes en tiempo real a los clientes a través de un canal oficial.

Canal de presupuesto bajo: a diferencia de los medios tradicionales, anunciar en las redes sociales tiene un coste más bajo, además de la ventaja de que en la web es mucho más fácil medir los resultados.

¿Qué es el cambio tecnológico?

En economía, un cambio tecnológico es un aumento en la eficiencia de un producto o proceso que da como resultado un aumento en curva de la producción. Si hay un nuevo proceso industrial que mejora el anterior para la elaboración del mismo producto, se logrará una mayor recompensa económica que surgiría de la aplicación, por ejemplo, de menos horas de mano de obra directa.

El teléfono es un ejemplo de producto que ha sufrido un cambio tecnológico, continuos cambios casi de un día para otro, pero además diferentes y que a lo largo de los años lo han hecho más eficiente. Los procesos o productos, como el teléfono, se mueven a través del cambio tecnológico en tres etapas:

– La que corresponde a la invención, o sea lo que implica la creación de un nuevo producto o proceso.

– La que corresponde a la innovación, que viene a ser la aplicación de la invención por primera vez.

– La etapa de la difusión, que resulta de lo rápido que otros comienzan a adoptar la innovación

El impacto del cambio tecnológico en la actividad empresarial

La tecnología ha revolucionado la forma en que las empresas realizan negocios, al permitir que las pequeñas empresas nivelen el campo de juego con las organizaciones más grandes. En la actualidad las pymes pueden tener acceso a una variedad de tecnología, desde servidores hasta dispositivos móviles, para desarrollar ventajas competitivas. Es por ello que el liderazgo prospectivo no entiende de tamaños de organizaciones, sino de metas y objetivos si se consideran los recursos con los que se cuentan. Digamos, que la propia evolución tecnológica ha democratizado bastante el acceso a las NT’s. Y esto lo hemos visto con la movilidad de pymes que eran start-ups tecnológicas que se centraban en determinado desarrollo concreto e iban a por un determinado nicho de mercado, terminando siendo “comprables” por otros gigantes de la tecnología o por grupos empresariales que no querían que esa tecnología cayera en manos de sus competidores más directos.

El liderazgo efectivo y que está pensando en el día de mañana, debe considerar la implementación de tecnología en su proceso de planificación para optimizar la integración y dejar espacio para futuras expansiones. Esta prospección es de tipo no solo económica, sino tecnológica. El problema que se les presenta a los propietarios de pymes es crear operaciones utilizando la tecnología más eficaz disponible.

La problemática recurrente es que cuando va a disponerse, dicha tecnología ha sufrido un ajuste (lo cual en principio no sería tan grave), pero cuando lo que requiere es la adaptación a un nuevo dispositivo tecnológico que es producido por un fabricante casi monopólico, lo que en principio era una reducción de costes operativos, termina siendo una pérdida de tiempo y dinero, porque no se estudiaron alternativas en caso de que tal adaptación fallara.

Protección de información confidencial

Los dueños de negocios también pueden usar la tecnología para crear entornos seguros para mantener información comercial o de consumidores confidencial. Muchos tipos de tecnología comercial o programas de software son fáciles de usar y permiten a los propietarios de negocios con experiencia mínima en tecnología de la información aprovechar al máximo sus herramientas y funciones.

Tecnologías emergentes y cómo adaptarse a ellas

Las tecnologías emergentes, como los robots industriales, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, avanzan a un ritmo acelerado. Son avances que impactan directamente en la velocidad de los procesos, tanto productivos, como de comercialización y también logísticos. Obviamente tienen una incidencia tanto en la calidad como en el coste de los bienes y servicios, pero también desplazan a un gran número de trabajadores. Esta es una realidad, que si bien se viene conociendo hace años, los gobiernos han sido muy renuentes a nivel mundial, para dar la formación y capacitación necesaria para que el impacto en el empleo fuera más suave. Las consecuencias en el número de trabajadores, no solo es para las personas a nivel individual y sus familias, sino a nivel de los ingresos que deja de percibir el estado vía impuestos y seguridad social, lo que complica aún más los ya deteriorados programas de jubilación y la relación entre población activa y pasiva.

Es por ello, que justamente si se practicase un liderazgo prospectivo, se trabajaría más en el sentido de relacionar los saltos incrementales en las curvas de producción como consecuencia de la innovación tecnológica y el menor número de trabajadores que están cotizando. Pero de haberse previsto la acomodación a las nuevas realidades, dichos trabajadores podrían estar no solo ingresando a sus bolsillos y directamente a las arcas de la tesorería, sino también para acompasar el desequilibrio de clase activa y pasiva, amén del propio envejecimiento poblacional, que es un dato objetivo e inmodificable.

Si los procesos de automatización hacen que los trabajos sean menos seguros en el futuro, tienen que diseñarse políticas que faciliten acuerdos de beneficios fuera del empleo. Por eso se habla en los últimos tiempos de lograr una “seguridad flexible”, que pueda brindar atención médica, educación y asistencia para la vivienda, ya sea que alguien tenga o no un empleo formal. Es hora de un liderazgo prospectivo en la esfera pública, de la que dependerá cada vez más el apoyo a la educación permanente y el reciclaje de los trabajadores. No importa cómo las personas elijan pasar el tiempo, debe haber formas para que las personas vivan una vida plena, incluso si la sociedad necesita menos trabajadores.

Artículo coordinado por José Luis Zunni, presidente y CEO del Instituto Europeo Ecofin de Liderazgo (IEEL), director de ecofin.es, vicepresidente de Foro ECOFIN y autor del libro recién publicado ‘El Cubo del Líder’ (Ed. Kolima; disponible a la venta pinchando aquí), en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN y presidente honorario del Instituto Europeo Ecofin de Liderazgo (IEEL) y también autor del libro ‘El Cubo del Líder’, y Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y vicepresidente segundo de EUPHE (European Union of Private Higher Education).

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