¿Y ahora qué? ¿Reinventamos el liderazgo y el management? Desde Foro ECOFIN tenemos la responsabilidad de informar y formar, pero especialmente de anticiparnos siempre al mañana.
Las grandes ’empresas’ de la historia, utilizando el término empresa para epopeyas como la invasión de Normandía el 6 de junio de 1944 que permitió la liberación de Europa del régimen nazi, es evidente que exigió un gran sacrificio de vidas humanas.
Pero medido con la perspectiva histórica significó también que se evitaran muchos millones más de muertes si aquel sacrificio no se hubiera llevado a cabo. Y en esa ecuación quizá estemos en este momento de la historia. Sin embargo, quizá nos tengamos que acostumbrar a que el cambio nos ha traido aprendizajes para no olvidar y para consolidar en nuestros modelos de gestión de organizaciones.
Nuestros objetivos desde el Foro ECOFIN
Durante estos años en los que hemos dado réplica a lo más granjeado de la doctrina en materia de liderazgo y management, teníamos una finalidad: estar al servicio de la verdad y la anticipación como lema que nos hemos impuesto en este Foro ECOFIN, de Economía, Empresas y Finanzas.
Estando a septiembre de 2020, todo nos sabe a poco frente al sombrío panorama que se ha ido cerrando sobre nosotros en dos frentes complejos: el sanitario, porque se trata de vidas y de frenar contagios y muerte; y el económico, porque serán decenas de miles de autónomos y pymes que no podrán volver a abrir sus puertas.
El sacrificio por los muertos por Covid-19 en España
Al igual que lo que ocurrió en las costas de Normandía, el sacrificio que significaron las decenas de miles de muertos que ha dejado el Covid-19 en España, no puede haber sido en vano. Es una responsabilidad de todos.
Exigimos una capacidad de liderazgo no por exigirla desde el atalaya de la doctrina, los autores y los expertos, sino porque ha sido demasiado grande lo que este país y sus familias han dado para que el resto ahora no tenga la visión ni la capacidad, y menos aún la fuerza, para dar la batalla final a esta pandemia.
Tenemos la obligación de mirar y velar por la sociedad como un todo, aunque a fines prácticos hagamos las divisiones que habitualmente hacemos: ciudadanos, líderes empresariales y políticos, así como a instituciones y gobierno.
Por tanto, imbuidos por una fuerza que emana de la necesidad de contribuir de manera positiva a nuestros lectores/as que están en puestos de responsabilidad, con personal a cargo y tratando de mantener a flote las empresas que están liderando, pasamos a continuación a hacer una serie de recomendaciones.
No son taxativas, sino meramente enunciativas, para que estemos en condiciones para enfrentarnos de la mejor manera posible tanto a esta segunda ola del coronavirus, como a la etapa post Covid-19 en la que ya debemos estar pensando.
1º) Las empresas y sus directivos deben comprender que esto no es cuestión de semanas
Esta crisis durará mucho más de unas pocas semanas, por tanto lo que hay que definir es un enfoque de largo plazo.
Ya no vale hablar más ni de volver a la normalidad, y menos aún, de la nueva normalidad. Es absurdo, como sería pensar que el día de mañana o el mes que viene serán iguales al de hoy, porque tenemos ese impulso vital de querer transitar siempre por terrenos conocidos.
Nos da pánico lo desconocido; más aún, en el caso del Covid-19 lo que insufla ese miedo es la continua incertidumbre, tanto desde el punto de vista científico en que recién ahora se está conociendo el origen de este virus, como desde el político y económico, en el que nos estamos jugando la “vida” de miles de empresas y de sectores enteros de actividad económica.
2º) Se trata de personas
Las empresas y los líderes deben considerar en toda su amplitud las necesidades no de empleados, sino de personas.
Las sensibilidades, emociones y la estructura de nuestra psicología está siendo afectada porque el Covid-19 nos ha roto esta rutina a la que estábamos acostumbrados, especialmente quitándonos de esa zona de confort que incluía los momentos de esparcimiento con compañeros de trabajo y una libertad de movimientos que ahora son historia.
3º) Es el momento en el que no se pueden aceptar ni medias verdades y menos falsedades.
Son tiempos en que se aprecia la sinceridad y la verdad. Que si el liderazgo efectivo se caracteriza por ser auténtico, pues es el momento de estrechar vínculos emocionales entre el personal y los directivos, facilitando esta travesía de desierto para que nadie sienta que pierde conexión, que está excluido o que no se cuenta con sus servicios.
4º) Que no decaiga la autoestima
La autoestima sufre un grave impacto en momentos de crisis cuando sentimos la impotencia por no poder controlar o gestionar lo que habitualmente hacemos.
La psicología individual se alimenta de estabilidad emocional, lugares comunes, afectos, seguridad, crecimiento, autoestima y especialmente enfrentarse a la realidad con la verdad sin autoengaños, y menos engañando o simulando situaciones que no guardan relación con la realidad.
Hasta aquí las consideraciones que afectan a empleados y directivos.
Abramos el círculo a la clase política
Ahora es el momento de extender el círculo del que todos formamos parte, hacia aquellos líderes políticos, partidos, miembros del Parlamento, instituciones, ministerios y, muy especialmente, el Gobierno.
A este colectivo tan importante en nuestra vida diaria, que del éxito de su gestión depende que a los ciudadanos nos vaya mejor o peor, le corresponde un altísimo nivel de responsabilidad en esta focalización que hacemos hoy de cómo enfrentar el futuro. Pero sabiendo salir airosos de un presente demasiado duro, especialmente en coste de vidas humanas.
– La ciudadanía requiere de líderes que tengan una mente analítica y resolutiva para enfrentarse a los problemas.
– La ciudadanía exige decisiones y medidas tomadas en base a hechos y datos probados, ajustadas a las necesidades y problemas que se presentan, no alimentadas por ideologías ni partidismos.
– Es interesante observar que muchos países que parecen estar atravesando esta crisis con mayor eficacia (Alemania, Taiwán, Nueva Zelanda, Islandia, Finlandia, Noruega y Dinamarca) están dirigidos por mujeres y que sus líderes parecen combinar una ciencia: enfoque basado en un toque más humano.
– Cuando la ciudadanía recibe determinada información a la que se le suma la opinión de diferentes líderes políticos, incluso del mismo Gobierno, que opinan diferente, por más que la decisión que se tome emane unificada como debe ser, lo que crea en la comunicación que recibe el ciudadano es incertidumbre y desconfianza.
– No hay lugar para la especulación, y menos para la desinformación.
– Definir las condiciones que aseguren mediante créditos de apoyo a pymes y autónomos que se produzca la mayor cantidad de reapertura posible de empresas y microempresas por contrario a que terminen produciéndose una baja importante de empresas y actividades que generan empleo, lo que lo convierte en inasumible para afrontar la recuperación económica que el país necesita.
– Se trata de personas que conforman empresas y el tejido productivo, no empresas que conforman una estadística. Por tanto, hay que hablarle y darle respuesta a personas. Esto es dar confianza y credibilidad, lo que fortalece esa psicología individual que referíamos más arriba.
– Transmitir a la ciudadanía sin ambages que tenemos que hacer un sacrificio para doblegar el cambio que el Covid-19 nos ha impuesto, teniendo en cuenta que los pueblos y las naciones siempre responden mejor cuando lo que está en juego es el modo de vida, la seguridad futura de sus hijos, etc.; para lo cual necesitan oír un mensaje del máximo líder político que sea creíble y confiable.
Sin mostrar dudas, recelos sobre los adversarios políticos o mezquindades a las que nos tienen acostumbrados, por ejemplo, en los procesos de aprobación del Presupuesto del estado.
Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es y vicepresidente de Foro ECOFIN, en colaboración con Salvador Molina, presidente de Foro ECOFIN; y Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education).