La obediencia impuesta es posible (de hecho funcionan así la mayor parte de las organizaciones), pero sólo a nivel epidérmico, superficial. Únicamente se obedece seriamente (ob-audire: se escucha con interés, y con deseos de poner voluntariamente aquellas indicaciones por obra) a quien se lo gana. Éstos son los maestros, aquellos a quienes merece la pena seguir, a pesar de las dificultades.
¿Cuáles son los problemas del futuro? Pedro Baños los relata en Aquí Radio
Al Geoestratega Pedro Baños le tendremos un año más en el Congreso de ECOFIN 2023 en el Auditorio del Instituto de Crédito Oficial (ICO) el próximo 18 de Octubre. El…