Javier Fernández-Aguado, presidente de MindValue y director de la cátedra de management Fundación Bancaria la Caixa en IE Business School, impartió el seminario de #HoradeConectar, la iniciativa de Foro Ecofin y Fundación Woman’s Week, dedicado a la ‘Gestión de lo Imperfecto’.
Fernández Aguado diseñó, a comienzos del siglo XXI, un método de diagnóstico organizativo al que denominó ‘Gestión de lo Imperfecto’ con el que ha ayudado a instituciones públicas y privadas de numerosos países en todo el mundo a descubrir sus imperfecciones y a transformarlas en palancas que ayuden a ganar competitividad. Además, proporciona las claves que todo directivo debe poseer para encaminarse hacia la perfección: prudencia, justicia, moderación y fortaleza.
Citando a Chartres: “Todos somos enanos caminando a hombros de gigante”, Fernández-Aguado enfatiza en la importancia de apoyarnos en los demás para ver con mayor claridad y llegar así más lejos.
Certidumbre ficticia
La primera clave que nos indica Fernández-Aguado es que “no lloremos por la leche derramada”; es decir, todos teníamos unos futuribles que queríamos realizar en este año y que se han visto truncados por la pandemia. No debemos añorar estas cosas que pudieron ser, sino centrarnos en el presente y en lo que somos capaces de afrontar.
Tenemos que ser capaces de olvidarnos de los imposibles y hacer posibles los imposibles, gracias al trabajo y el esfuerzo. La realidad no es perfecta y eso debemos de saberlo cuanto antes.
Según Fernández-Aguado, vivimos en una situación de permanente inestabilidad. Hemos vivido en una certidumbre ficticia y ahora vivimos en una incertidumbre consciente. Tal y como señalamos la pasada semana, incide en que “tener miedo no es malo, sino que es incluso conveniente; porque nos mantiene alerta”.
Destaca también que no vivimos en tiempos excepcionales, todos los tiempos han sido excepcionales: “Cuando el mundo va demasiado deprisa y hay demasiado ruido, pasa algo. La historia es una especia de muelle y en este muelle las distancias entre una circunstancia y la otra no son siempre las mismas; pero el ser humano reflexiona mucho mejor con la ayuda del dolor”.
Los periodos de éxito no son lo que nos ha ayudado a crecer, sino las dificultades que nos han obligado a repensarlos y cuestionarnos.
La Gestión de lo Imperfecto
Hay tres aspectos en la Gestión de lo Imperfecto que debemos trabajar de una manera intensa, según el modelo de Fernández-Aguado:
- Relativizar tanto el éxito como el fracaso. Ni el éxito ni el fracaso deben afectar a la consideración que tenemos de nosotros mismos.
- La paciencia. Lo queremos todo y a la vez. Con los años tenemos que intentar ser más sabios. Tenemos que aprender a saborear lo importante en la vida. “Para quién va demasiado deprisa no hay mal viento ni buen viento”, como decía Shakespeare. Hay que saber diferenciar entre lo esencial y lo accidental.
- El optimismo. En estos días, es fácil caer en el desánimo. Tenemos que pensar en cómo vamos a poder ayudarnos unos a otros, más que en el propio enriquecimiento. Hay que pasar de la competencia a la co-ompetencia.
Otra de la claves que señala Fernández-Aguado es la humildad. “La humildad es la verdad”, como dijo Santa Teresa de Jesús.
Para terminar, destaca que “No es el momento de pensar en la retirada, sino de pensar en cómo ayudar a los demás”; y afirma que “Ha llegado el momento pasar a la carga y con una ilusión compartida ayudar a otros a no perder el ánimo. Volver a construir más y mejor todo lo que existía antes de la pandemia”.
Y animando a todos los participantes, recuerda que siempre “Lo mejor siempre está por llegar”.
Puede ver el vídeo del webinar, a continuación: