Techmotions, el nuevo paradigma de la gestión empresarial

Foro ECOFIN defiende modelos de gestión organizacional que pongan en el centro a la Persona, que desde el punto de vista empresarial es su Talento (Talentocracia), que debe hacer crecer y retener como en la parábola bíblica de los Talentos. Y esto nos lleva a conceptos como la Felicacia o la Gestión de las Emociones, que nuestro autor Guillermo Llofríu Cañellas lo centra en este artículo en el paradigma de las Techmotions. Todo un territorio por explorar…

Desde casi el mismo nacimiento de Internet corre, cual leyenda urbana, la creencia de que el entorno digital es enemigo, en esencia, de las personas y su proximidad, generando aislamiento y desarraigo.

Sin embargo, somos todos conscientes de que, sin las personas, ni existiría Internet ni tendría sentido como tal. Y si atendemos a la cercanía humana en el escenario del mundo digital, – si bien es cierto que no es física -, es casi incuestionable que el potencial relacional de la misma se ha incrementado de forma exponencial gracias a la capacidad de conexión de la red, llevándonos a un escenario humano mucho más conectado y usable que hace tan solo 10 años.

El ser humano debería tener aprecio y predisposición por todo lo que implique «sumar», en un mundo donde lo que «resta» acecha tras cada esquina y nos asalta, de pronto y sin solicitud previa, en la mayoría de los casos. Desde 2020 estamos viviendo un claro ejemplo de ello.

Es por ello que cualquier propuesta centrada en disociar al ser humano de la tecnología en esta tercera década del siglo XXI, se antoja fruto del desconocimiento, la incomprensión, el negacionismo o el adoctrinamiento y se enfrenta, con firmeza, a la esencia de proyección y desarrollo que tiene esta potente sinergia.

Si por un momento dejamos de lado lo que resta y ponemos el foco en lo que suma percibimos, de base, que la tecnología y las emociones diseñan una unión difícilmente separable y superable.

Y como complemento, un detalle de interés: que no podamos «enviar» emociones online no implica que no podamos sentirlas, de ahí la búsqueda incesante en el mundo audiovisual por encontrar la forma de transmitirlas e inducir a percibirlas y sentirlas.

Emociones a través de la tecnología

Veamos, ¿cuántas veces hemos llorado ante un vídeo con fuerte carga emocional? ¿En cuántas ocasiones nos hemos emocionado escuchando una historia de superación en un podcast? ¿Quién no ha sentido felicidad ante la imagen de un bebé y un cachorrito en pleno intercambio mutuo de cariño?

Obvia decir que en ninguno de estos escenarios hay contacto físico directo y, aún así, son acciones digitales capaces de sumergirnos en instantes memorables, donde las emociones fluyen como si participásemos presencial y físicamente de ellos.

Sobre esta premisa urge comprender que la forma orgánica y natural en que las aplicaciones tecnológicas actuales se relacionan con las personas, nos transmite que #techmotions es, a día de hoy, en uno de los pilares del desarrollo organizacional.

La tecnología no es un fin, es un medio y hay que entenderlo como tal. Porque las personas, además de ser los canalizadores funcionales de los entornos digitales, son los responsables cognitivos del funcionamiento global de dichos ecosistemas digitales y esa es una relación inalienable que condiciona cada movimiento y acción.

El sentido es que si no trabajamos un cambio de mentalidad, seguiremos teniendo problemas en la toma de decisiones y en la puesta en acción digital.

2021 está siendo un año inquietante a la vez que ilustrador, variable en cuanto a referentes e inductor del cambio de mindset desde su esencia.

Entramos en la era donde ser flexible en el cambio de perspectiva, revisando y renovando la forma de percibir y asimilar el flujo de cambio, se vislumbra como habilidad personal y se convierte en una competencia profesional de valor.

La Escuela de Liderazgo Emocional, con la colaboración de Foro ECOFIN, ha planteado el análisis de 8 emociones y/o valores que han dado lugar a dos obras editadas por Wolters Kluvers que son toda una referencia de la Gestión Emocional en las organizaciones.

Porque llevamos un par de décadas intentando adaptarnos al uso de herramientas tecnológicas sin cambiar, en previo, la forma de relacionarnos con ellas y la comprensión sobre cómo su funcionalidad incide en nuestro día a día y en el desarrollo del negocio. Y esa es una tarea exclusiva de la persona.

Y por ello, año tras año, intento tras intento, el sistema sigue fallando y parece que no entendemos cuál es el problema.

Es como querer aprender a conducir sin haber pasado por la formación teórica del código de circulación. En el hipotético aunque no viable escenario de poder conducir en esas condiciones, el desconocimiento del escenario teórico de base, nos traería quebrantos funcionales graves por muy hábiles que fuéramos en el manejo de la herramienta.

Porque la tecnología tampoco es una moda, es una estructura evolutiva, orgánica en su desarrollo, que aporta, soporta y transporta al tejido socio-empresarial nuevos modelos funcionales que nos aportan beneficios demostrables, de ahí que sectores estratégicos como la banca, los seguros, la sanidad o el turismo, sean los primeros en posicionarse a la hora de definir nuevos retos digitales.

Cambio de paradigma

Pocas veces como ahora, con 2020 como referente cercano, ha sido tan clara la necesidad de un cambio de paradigma cognitivo que permita a las personas transitar de lo conocido y no funcional, internalizado por hábito o tradición, a lo no conocido y funcional, internalizable por intención o necesidad.

De ahí nace #techmotions, un concepto cuyo primer segmento hace referencia a las líneas de acción «tech» en los sectores estratégicos (fintech, insurtech, …), definiendo un nuevo escenario que, en adelante, apelará al cambio por intención hasta que su desarrollo induzca, sin remedio, un cambio por obligación.

Porque la evolución tecnológica y el desarrollo profesional y empresarial, aún reduciendo el hecho a la intersección de ambos en el segmento digital, sigue condicionado por la acuciante «brecha digital», una situación que, aunque ligada ligada al aprendizaje y el manejo de herramientas se percibe que, y en no pocas ocasiones, es una resistencia al cambio que balancea entre la falta de conocimiento, la incomprensión sobre ese conocimiento y, en muchas más ocasiones de las deseadas, la desidia y el desinterés por adquirir dicho conocimiento.

De ahí el segundo segmento del concepto #techmotions, las emociones, esos catalizadores sensitivos que nos diseñan y definen como persona y que, lejos y sin posibilidad de evitarlas o evadirlas, debemos aprender a gestionarlas.

Guillermo Llofriu

Ello nos lleva a la relación entre el mindset y el toolset, es decir, entre el cambio de mentalidad y el aprendizaje y reciclaje en el uso de herramientas, una balanza que en adelante debe calibrarse desde el cambio del primero como acción potenciadora del segundo.

Con el concepto ya creado, necesitamos activar con urgencia ese cambio de mentalidad si queremos gestionar con competencia las herramientas digitales que nos permitan acceder al rendimiento y la productividad demandado por nuestras empresas en el rol profesional que desempeñamos.

Para ello, debemos detenernos un instante en el desarrollo de esta reflexión: tenemos una balanza cuya calibración viene definida por las competencias del líder que debe abanderar la transformación digital de la empresa. Y con ello estamos entrando en el apasionante y relativamente olvidado mundo de las competencias transversales, un escenario en el que todos somos actores principales.

Casi de forma natural e intuitiva, hemos armado #tecnhmotions y con él, una forma de percibir la vida.

Porque en adelante, se nos abre un horizonte inevitable, cambiante y fluido al que todos debemos y tenemos que adaptarnos, sustentado en el diseño pensado de procesos adaptativos que nos permitan un desarrollo consciente, tanto desde la vertiente profesional como de la empresarial.

Y ello nos conduce a las competencias transversales del líder y al liderazgo transformacional enfocado en transformación digital.

Sabemos que una competencia es un rasgo personal o un conjunto de hábitos que llevan a un desempeño laboral superior o más eficaz.

En ese contexto, hay que trabajar esas competencias en sincronía con las verticales para así, posicionaros como líderes digitales competentes en organizaciones fluidas.

Porque la concepción de manejo y uso de herramientas tecnológicas cotidianas orientadas a optimizar procesos, – sea dentro de la empresa como parte de los ejes de negocio, como fuera de ella, diseñadas como útiles de facilitación para el ciudadano como usuario -, ya no es una opción, es un reto que ninguna empresa puede ni debe obviar y que, como personas físicas, necesitamos internalizar para alimentar y consolidar las competencias de nuestro perfil profesional.

#Techmotions como guía de futuro

En definitiva, #techmotions no solo ha venido para que quedarse sino que se postula como una «nueva forma personal de vida profesional» dentro de un ecosistema efervescente y cambiante.

Y para cerrar estas líneas, me gustaría acabar hablando de uno de los últimos fenómenos digitales en el mundo de las aplicaciones móviles que está íntimamente relacionado con #techmotions.

Estamos hablando de Clubhouse, una red social exclusivamente de voz que ha irrumpido en nuestras vidas apelando a la simplicidad funcional y de concepto y que está impactando de forma especial en el ámbito de los contenidos de voz y del enriquecimiento por conocimiento.

Una herramienta que potencia las relaciones humanas, que aporta valor sea cual sea la temática de la sala que trabaja y que, por su simplicidad, nos permite usarla en casi cualquier momento del día debido ya que es la que menos nos esclaviza al dispositivo.

Un claro ejemplo de que la tecnología y las emociones son, este 2021, el sustrato sobre el que se desarrollarán los espacios relacionales persona-dispositivo los próximos 5 años.

Y cómo no, allí estaremos para comentarlo.

 

Guillermo Llofríu Cañellas

Comunicación & Desarrollo Digital

Responsable de Comunicación y Marketing de la Confederación Empresarial Veterinaria Española – CEVE

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