Saca el líder que hay en ti

Todo hombre busca un Oráculo que le diga lo que va a suceder y qué tiene que hacer para conseguirlo. Es lo más cómodo, lo más sencillo. Un coach o un maestro que sentado en su cátedra nos trate como a su pupilo y nos monitorice lecciones, lecturas, recetas, rankings y decálogos de lo que hay y no hay que hacer. ¡Qué fácil!

Muchos siglos antes del nacimiento de Jesucristo, los griegos acudían a preguntar al Oráculo de Delfos. Un aforismo griego inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos daba su única receta creíble: “Conócete a ti mismo” (γνῶθι σεαυτόν). Y es ahí, a partir de la introspección, el conocimiento, la autenticidad y la potenciación de nuestro ADN positivo donde conseguiremos desarrollar un modelo único de liderazgo efectivo.

Tholos, en el oráculo de Delfos, una acrópolis consagrada al dios Apolo en Delfos (Grecia).

Tholos, en el oráculo de Delfos, una acrópolis consagrada al dios Apolo en Delfos (Grecia).

¡Claro que hay que adquirir competencias y habilidades!, pero el corazón de bellota es una semilla insertada en nuestro interior y sólo nosotros somos responsables de hacer nacer de ella un imponente roble o una débil carrasca. ¿Qué quieres ser: roble noble o planta rastrera?

Nos empeñamos en buscar lo que deberíamos ser, cuando realmente lo que más efectivo para liderar es potenciar lo que ya somos. Conócete, defínete, potencia aquello que mejor se te da y conviértelo en la virtud esencial de tu modelo propio de liderazgo. El mascarón de proa de nuestra fórmula del éxito está dentro de nosotros. Bucear al interior no es sencillo, exige técnicas, habilidades y un gimnasio permanente de desarrollo emocional. Iniciemos ese viaje juntos.

Las competencias emocionales no sólo son importantísimas para ejercer un liderazgo moderno y flexible, más humano y que potencie la cohesión de equipos, sino que se convierten en decisivas a la hora de configurar cuáles son los verdaderos valores y principios que subyacen en el mapa mental que todos tenemos. Aquel al que, queramos o no, recurrimos de manera inconsciente para reaccionar frente a un problema, asumir la responsabilidad de una decisión o, simplemente, discutir con el equipo sobre cuál es la nueva visión que debe tenerse desde la organización si se quiere seguir siendo competitivo en el mercado.

Hemos nacido en un mundo mutante. La sociedad, la cultura, la empresa, los jóvenes, el transporte, las comunicaciones, los hábitos de consumo, las relaciones… todo es mutante. Nuestros abuelos se volverían a la tumba del susto si resucitaran por un instante. Nuestros hijos hablan un lenguaje que cuesta entender. La economía colaborativa da jaque mate al capitalismo basado en el lucro. El talento y las personas sustituyen al dinero, las máquinas o los recursos naturales como el bien más valioso de cualquier organización: país, universidad, fábrica, empresa.

En un momento de eclosión de la cultura y la sociedad digital tenemos una oportunidad añadida para incorporarnos a ella desde un perfil renovado. Porque hay nuevos modelos de liderar, de gestionar, de dirigir. Los ciudadanos de a pie buscamos nuevos valores, nuevas creencias, nuevos sentimientos de pertenencia. La tecnología no lo es todo, es sólo el reactivo, el acelerador del perpetuum mobile en el que estamos imbuidos.

Toma asiento.

¿Ya comiste tus habichuelas mágicas?

¿Listo para crecer?

 

Salvador Molina, autor de Talentocracia y presidente del Foro ECOFIN.

, , , ,

Pin It on Pinterest

Share This