¿Ha habido mala praxis en la distribución de los avales ICO por parte de la Banca? ¿Es una excusa de mal pagador? ¿Cuál es la posición del Instituto y del Estado? Todo ello merece una reflexión y Alejandro Lucero nos la trae al Foro ECOFIN.
Nuevamente, y parece que fue ayer, aparece en el horizonte, una nueva línea de demandas legales contra la Banca, acerca de la veracidad, idoneidad, explicación fehaciente e idoneidad de producto bancario en la venta a un colectivo.
Es, en este caso, el comienzo de las reclamaciones por los Avales ICO a pequeñas y medianas empresas; pero todo empezó con las emisiones de Deuda Perpetua, vendidas a particulares, las cláusulas suelo e , Índices CECA, IRPH o multidivisa, en hipotecas, además de las opciones en Divisas o Derivados vendidos a particulares y/o empresas.
Si bien, en un principio, se determinó, una clara intencionalidad en la venta de determinados productos financieros, totalmente inadecuados para todo tipo de clientes, con escasa o nula verificación de la comprensión de los riesgos adheridos o de las fluctuaciones futuras, así como documentación inadecuada.
Alejandro Lucero: “Sería fundamental aclarar, y de una vez por todas, qué condiciones deberían haber cumplido, para explicar, vender y ofrecer este producto en un tiempo récord, en circunstancia excepcional, y que además ofrecía unas garantías extraordinarias, para que la totalidad del tejido empresarial continuara con acceso al crédito”.
Tras esos casos, se han invertido cantidades ingentes por parte de la Banca, en unos cursos de capacitación obligatoria regulada, de toda su fuerza de ventas, la existencia de una normativa respecto de la cual, a todo cliente, se le ha de perfilar su orientación al riesgo con carácter previo a iniciar la venta de productos financieros, y dependiendo de dicho perfil, excluyendo determinados productos de su cartera a ofrecer, e incluso regulando la existencia de ofertas vinculantes previas, vinculantes y explícitamente comprobado su entendimiento, por parte de del cliente.
Un gran negocio legal
No en vano, y solo en aras de explicitar todo lo ocurrido, se generó un negocio plausible y extenso, por parte de determinados bufetes que facilitaban el correcto encauce legal correspondiente, consiguiendo facturaciones nada desdeñables.
Y cuando todo parece solventado, surgen nuevas dudas y ahora en el mundo de la Empresa, acerca de si los Avales ICO, producto diseñado como ayuda estatal, para solventar el acceso y continuidad del crédito a las empresas, en un momento en el que estaban claramente afectadas por la pandemia COVID, y su continuidad podía haber quedado en entredicho, fueron vendidos, cumpliendo los estándares de información, documentación e idoneidad adecuados.
Sería fundamental aclarar, y de una vez por todas, qué condiciones deberían haber cumplido, para explicar, vender y ofrecer este producto en un marco de tiempo récord, para una circunstancia tan excepcional, y que además ofrecía unas garantías extraordinarias, para que prácticamente la totalidad del tejido empresarial, incluido el más débil y/o afectado, tuviera o continuara con acceso al crédito.
Por otro lado, la menor actividad actual de incidencias pendientes de demandar, cuando se crearon grandes plataformas para atender a toda una necesidad amplia y creciente, pudiera ser un aliciente razonable para buscar una nueva actividad que rememora el pasado más reciente.
Por último, conviene recordar algo que a veces, y coloquialmente se nos olvida, la incertidumbre de futuros procesos, las nuevas exigencias de regulación, y/o nuevo coste asociado, lo pagamos todos, ya que si hay disminución de márgenes por atender a todas estas limitaciones futuras, se traslada de alguna manera al precio de los productos futuros, a la incomodidad, inflexibilidad y tiempo de contratación de nuestros productos esenciales bancarios.
Alejandro Lucero de Pablo, Head of Sales, Debt Services | TDX Indigo. Equifax Inc.
