Aprender a gobernar de los mejores

Hace poco más de un lustro, Salvador Molina publicó el sugestivo libro Los imprescindibles del management (Ecofin, 2015). Meses después, tal fue el éxito de su investigación, apareció una segunda edición.

Esa obra seguía la estela de otras como Grandes creadores en la historia del management (Ariel, 2003), de José Luis García Ruiz, Forjadores de Líderes (LID, 2006), de Javier Andreu o Desnudando el alma del directivo (Biblioteca Nueva, 2014), de Eduardo Sicilia. Esas investigaciones analizan a quienes más y mejor aportan a la reflexión sobre el liderazgo y/o el coaching.

He repetido en múltiples ocasiones que gobernar es una ciencia-artística. Es ciencia en cuanto que explicita principios que se aplican en cualquier circunstancia. Si no se conocen y se aprovechan, se daña a personas y organizaciones. Cuando escribo estas líneas, millones de ciudadanos festejan la evacuación -nunca es tarde si la dicha es buena- de uno de los más infaustos y epidérmicos (por carencia de profundidad intelectual) actores políticos, semejante a tarambanas tan risibles a la vez que sanguinarios como Nicolás Maduro o Evo Morales.

Gobernar es también un arte, porque los axiomas han de ser aplicados de forma flexible. Resulta primordial adaptar modos de hacer a al ecosistema de los implicados. Estas cuestiones las he abordado en obras como El idioma del liderazgo (LID, 2012) o Liderar en un mundo imperfecto (LID, 2019).

Hace un par de semanas ha visto la luz un relevante libro  de Josep Capell Guiu –Aprender a gobernar de los mejores (Ceinsa, 2021)-  que proporciona título a este post y que está llamada a convertirse en referencia ineludible en cuestiones de liderazgo.

Como bien se indica en la propia obra, en un mundo digital y fragmentado, donde se ha impuesto la urgencia como una (falsa) virtud, se antoja insoslayable apagar los smartphones y reflexionar.

Aprender a gobernar de los mejores proporciona pistas para afrontar las cuestiones que brotan diariamente a la hora de tomar decisiones. Todo, a través de las aportaciones de treinta y dos pensadores, en una lista que incluye a Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Baltasar Gracián o Michael de Montaigne y a contemporáneos, pero ya clásicos (por mundialmente reconocidos), como Peter Drucker, José Aguilar, Ricardo Hernández, Víctor Hugo Malagón, Luis Huete, Rodrigo Jordán o Michael E. Porter.

Un manual altamente recomendable para timonear en el mundo actual. Que el escritor me haya incluido -al igual que los demás recopiladores mencionados- dentro del selecto club por él seleccionado genera en mí sentimientos de hondo agradecimiento.

Javier Fernández Aguado

,

Pin It on Pinterest

Share This