Desde la crisis o la Gran Recesión de 2008, y ahora con mayor intensidad desde la nueva crisis como consecuencia de la Covid-19, se abren paso nuevas ideas, pensamientos y fórmulas que impactan sobre el funcionamiento, la organización y las estrategias de las empresas. Situación que requiere incorporar conocimientos actualizados y conectados, que permitan a los “directivos”, reconocer los valores, las habilidades y las tendencias que marca el mundo PostCovid-19 para las empresas.
Seguramente, habrá que experimentar procesos de adaptación en diferentes niveles y a distintas velocidades, ya que las empresas, someterán a su organización a un redimensionamiento que las conducirá hacer cosas diferentes y a trasmitirlas de manera diferentes. Desde diferentes conocimientos, enfoques y parámetros, que invitan al abandono de anteriores hábitos de pensamiento, abriendo una mentalidad creativa y flexible, que requiere fomentar la cultura de un nuevo aprender para abrir nuevos espacios desde fórmulas disruptivas.
PostCovid-19, supone para la empresa el comienzo de un largo camino de renovación, en muchos, si no en todos los sectores. Por tanto, en cada empresa esto exige conocimientos especializados y prospectivos, pero también prácticos, para recorrer y atravesar el camino con éxito del PostCovid-19. El conocimiento no exento de imaginación, será la línea divisoria que marque las diferencias competitivas entre unas y otras empresas, independientemente del tamaño y sector de actividad. Las preocupaciones tratan y especulan sobre la nueva realidad del mundo futuro del PostCovid-19. La situación se instala en una atmósfera de complejidad, inestabilidad, incertidumbre, algo que dificulta el análisis, la estrategia, las inversiones y la gestión de las empresas.
Las nuevas realidades desestabilizadoras y rompedoras de muchos esquemas, habrá en unos casos que recomponerlas y en los más reinventarlas, para conocer con la mayor precisión la cartografía del terreno, las coordenadas y las claves para saber con la mayor precisión posible dónde estamos, hacia dónde nos dirigimos y en consecuencia, tomar, aplazar o desechar, con la máxima certeza, las decisiones dentro de una economía de mercado donde el Estado adquiere una nueva dimensión y protagonismo. De manera que la economía de mercado ya no será la que era, y el capitalismo tampoco lo será.
La economía de mercado que prevalece mundialmente, y el capitalismo que no tiene a la vista ningún competidor con posibilidades de quitarle la corona, al menos por el momento, interactúan para la reinvención de la empresa. Un ejemplo sobre las diversas posturas que de manera vibrante se producen en torno al debate, las encontramos en la OCDE, el Foro Económico Mundial (WEF), la Business Round Table (Mesa Redonda de los Negocios) o observadores como el presidente de Forbes.
Sobre la reinvención del capitalismo, la OCDE cuenta con el Proyecto NAEC (Nuevos enfoques a los desafíos económicos), nacido en la anterior crisis, cuya propuesta se basaba en la visualización de la crisis como una oportunidad para la reinvención del capitalismo, diseñando y poniendo a trabajar nuevas herramientas junto con una nueva narrativa del crecimiento económico que se enfoque en el empoderamiento de las personas. Para el secretario general de la OCDE; Ángel Gurría, “llegó la hora de construir juntos ese nuevo capitalismo participativo, incluyente, consciente, competitivo, vibrante, respetuoso del medio ambiente, innovador, enfocado en el bienestar y no en la acumulación y el exceso. Solo así preservaremos al capitalismo mismo y solo así será viable nuestra civilización y nuestra existencia. El capitalismo y su regla del quid pro quo, una cosa por otra, plantea un desafío social.Por ejemplo, el capitalismo que promueve la concentración del ingreso, las desigualdades y la destrucción del medio ambiente, ya no es viable. Lo vemos en múltiples advertencias, desde el rechazo a la globalización a la expansión del populismo, el proteccionismo, o el nacionalismo excluyente, hasta las diversas manifestaciones del cambio climático” (Capitalismo. Crisis y Reinvención, 2019).
Sobre la reinvención de la “empresa”, el Foro Económico Mundial por medio de su presidente y fundador; Klaus Schwab, propone dos posibilidades: empresas que abrazan de todo corazón el capitalismo de las “partes interesadas”, lo que significa; invertir en los empleados; fomentar la diversidad e inclusión; tratar de manera justa con los proveedores; apoyar a las comunidades de las que trabajan; y proteger el medio ambiente, tomando medidas reales para cumplir los objetivos ambientales y sociales; o empresas que sigan abrazando un capitalismo, que prioriza las ganancias de los accionistas a corto plazo sobre todo lo demás.
Teniendo como primacía, generar beneficios para los accionistas. Schwab, defiende que no hay alternativa. Nuestra huella ecológica se ha expandido mucho más allá de lo que la tierra puede sostener. Nuestras economías no impulsan el crecimiento inclusivo. Nuestros sistemas sociales se están agrietando. En definitiva, el capitalismo de las “partes interesadas”, es la manera de moldearlo para que incluya a todo el mundo.
Por su parte Business Round Table, que desde 1978, ha declarado periódicamente principios de gobierno corporativo, y en 1997, tomo la decisión histórica de declarar la gran primacía de los “accionistas”. Desde entonces los directivos de los Estados Unidos, han seguido el principio de crear el máximo valor para los accionistas a los que les han seguido sus colegas internacionales. Pero la Mesa Redonda de los Negocios, ante una situación de creciente críticas, desigualdades, revueltas sociales y una desconfianza cada vez mayor hacia los negocios, ha dado un giro radical con sus “nuevos principios” el 19 de agosto de 2019. Se trata de un documento de tan solo 300 palabras, donde los accionistas no se mencionan hasta la palabra número 250. Antes se refiere a “las partes interesadas”.
Al respecto, observadores como el presidente de Fortune; Alan Muttay, expresa: El capitalismo, al menos el tipo practicado por las grandes corporaciones globales, se encuentra asaltado por todos lados, y los Chairman como los CEOs, han recibido el mensaje alto y claro. Ahora los nuevos principios están alineados con los de Business Round Table. Estos se refieren a la creación de valor para los clientes; invertir en los empleados; fomentar la diversidad e inclusión; tratar de manera justa y ética con los proveedores; apoyar a las comunidades en las que trabajan, y proteger el medio ambiente.
La cuestión ahora con el inesperado cisne negro Covid-19, es si los principios d Business Round Table, que confluyen con un “capitalismo inclusivo”, que sirve a las causas de la igualdad humana y la diversidad, que valora la ecología del planeta, y que además genera beneficios para los accionistas, que implica superar una economía excluyente, que permite reducir la brecha de la pobreza, podrán aplicarse dadas las nuevas realidades que impone la PostCovid-19, en un mundo frágil y profundamente interconectado. Y como decía el clásico, vale.
Ramón Casilda Béjar, profesor de IEB y de la Escuela Diplomática.