Para dialogar las relaciones con inversionistas es esencial comprender el contexto del ecosistema, que varía desde etapas embrionarias hasta maduras: baja-media madurez, media-alta madurez y madurez. He aquí las reflexiones que nos trae el emprendedor ecuatoguineano Oscar Nchaso, Founder & Managing Director en Xapiens, Dreams Hub.
Mientras que los inversionistas suelen buscar productos o ideas listos para invertir, los emprendedores buscan inversionistas genuinos. El desafío radica en la falta de definiciones claras para estos conceptos fundamentales.
Un inversionista genuino reconoce el riesgo de perder su dinero invertido, diferenciándose de los aficionados. El compromiso con este riesgo los distingue en el panorama empresarial.
Emprendimiento por necesidad u oportunidad
Muchos emprendedores, lamentablemente, ingresan al mundo del emprendimiento por necesidad en lugar de aprovechar una oportunidad. Esto a menudo los lleva a buscar fondos rápidos de la primera fuente disponible o de un inversionista aficionado.
El verdadero desafío surge cuando estos inversionistas aficionados ejercen una presión indebida sobre los emprendedores. En su búsqueda de fondos rápidos, los emprendedores comprometen su sueño y capacidades creativas, creando una dinámica en la que se sienten endeudados desde el primer día.
Esto afecta su capacidad para imaginar, innovar o mejorar habilidades creativas; ahora enfocadas casi al completo, en la preocupación por devolver los fondos.
Esta dinámica tiene un impacto perjudicial en los proyectos, sofocando la imaginación y obstaculizando la mejora de mecanismos que podrían mejorar el proyecto, producto o sistema y aumentar su valor general.
Comprender el nivel de madurez del ecosistema es crucial, ya que determina los niveles de madurez tanto de los inversionistas como de los emprendedores. Los inversionistas al igual que los emprendedores, necesitan formación para diferenciar entre coste y valor, y puede ser necesario que presenten sus propuestas a los emprendedores para evaluar sus calificaciones.
Es imperativo aclarar que poseer dinero para invertir no califica automáticamente a alguien como inversionista, al igual que tener una idea no hace automáticamente a alguien emprendedor.
En llano: los emprendedores deben embarcarse en el viaje emprendedor basados en oportunidades, no en necesidades.
Los inversionistas deben estar preparados para ganar o aprender.
Ambas partes necesitan un mecanismo para calificarse mutuamente, evitando expectativas poco realistas, mitigando riesgos y gestionando incertidumbres.
Oscar Nchaso, Founder & Managing Director en XAPIENS, DREAMS HUB