En pocos segmentos se están destinando mayores inversiones, y se están creando un número mayor de start-ups, que en el mundo de los pagos. El sector de los pagos tradicionalmente ha sido un sector bastante maduro, controlado mayoritariamente por grandes entidades del sector financiero.
El sistema mayoritario imperante en la actualidad fue creado por Dinners Club en los años 60, y consiste en el pago entre el adquiriente (mediante una tarjeta de una entidad financiera) y el vendedor (mayoritariamente un datáfono de una entidad financiera) a través de un red de pagos y compensación (de entidades financieras como Visa, Mastercard, etc. y del regulador) que asegura que la transacción será realidad correctamente.
Las entidades financieras involucradas como intermediarios y garantes de la operación cobran una comisión (que se ha reducido sustancialmente con el paso de los años) y venden un producto (tarjeta y datáfono) al comprador y vendedor.
Desde un punto de vista competitivo, el mercado de pagos es uno de los negocios que más volumen de dinero mueven en todo el mundo. En todos los países desarrollados es ubicuo y en países en vía de desarrollo existe una implantación menor, pero con un volumen significativo.
Asimismo, posee otra característica muy relevante. Es un negocio de volumen, no de margen. Las comisiones por cada transacción son muy pequeñas, por lo cual el margen unitario es muy bajo. Sin embargo, como el volumen de transacciones es muy grande, obteniendo una cuota de mercado significativa el negocio es rentable.
Por ello, como suele ocurrir en negocios de estas características, ha estado controlado tradicionalmente por entidades financieras.
Llegan los cambios
Sin embargo, en los últimos años todo está cambiando. No son cambios radicales, ya que es un sector muy consolidado, sino cambios graduales que, poco a poco, están transformando el sector.
Hace años Paypal fue la primera empresa que consiguió hacerse un hueco relevante en el ecosistema de los pagos, con una propuesta sencilla pero poderosa: menores comisiones y seguridad máxima en los pagos por Internet, tanto para comprador como vendedor.
Desde la consolidación de Paypal hasta la actualidad, están surgiendo nuevas dinámicas que, muy posiblemente, serán masivas a futuro -al menos algunas de ellas-, entre las que cabe destacar:
- La aparición de monederos virtuales: que permiten simplificar las operaciones, tanto virtuales como físicas. Los conceptos de usabilidad, sencillez, seguridad y menores comisiones, son claves. Asimismo es necesario educar al usuario en la utilización de los mismos y llegar a acuerdos con los vendedores más relevantes. El premio, por otra parte, es importante: ganar una cuota significativa en el mercado descrito, directa o indirectamente. Por ello, no sólo los bancos, sino otros grandes tecnológicos como Apple, Google u operadores de telecomunicaciones, están realizando grandes inversiones
- La consolidación del mercado de micropagos: hasta hace poco tiempo, el mercado de los pagos estaba reservado a transacciones de un importe mínimo. Las comisiones existentes hacían que no fuera rentable habilitar el pago con tarjeta en pagos pequeños (1 euro, por ejemplo). Las menores o nulas comisiones habilitadas por los desarrollos tecnológicos del B2C y de las aplicaciones móviles, permiten acceder de forma rentable a un mercado con un alto volumen de transacciones de forma rentable
- La reducción de comisiones en pagos internacionales y divisas: nuevas empresas apoyadas en un sistema más eficiente de bundling (consolidando operaciones de pagos internacionales), permiten una reducción relevante respecto a las comisiones tradicionales del sistema clásico de pagos, que eran bastante elevadas.
- La eliminación de intermediarios: sistemas como el de los Bitcoins, permiten eliminar al intermediario (es decir, las entidades financieras) y eliminar totalmente las comisiones a la hora de realizar el pago
Todas estas dinámicas, junto con otras más que ya existen y las nuevas que surgirán, deberemos tenerlas vigiladas.