La empresa presidida por Carlos Guillen, que hoy cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MaB) y cuenta con plantas de producción en tres continentes, ha hecho suyo algo hasta hace poco reservado a las empresas tractoras: basar su ventaja competitiva en la tecnología. En esta edición de los premios ECOFIN, el Jurado ha decidido que sea una de las candidatas para alzarse con uno de los ‘Titanes de las Finanzas 2013’ en la categoría de Entidades Mercantiles.

Carlos Guillen, presidente de Carbures.
Desde muy pronto, antes del tercer año de vida, se sentaban las bases para hacerla operar a nivel mundial en un nicho de alta impronta tecnológica; el aeronáutico. Se entendió que no solo había competir en mercados locales, en ocasiones demasiados protegidos, y que basan sus posibilidades de competencia en las tecnologías adquiridas, sino que debía salir a mercados globales, y por tanto internacionalizarse. Producto de ese background hoy la empresa tiene una misión clara; ser líder global en la fabricación de estructuras en composites.
Carbures fue la primera empresa andaluza en su rango en conseguir la certificación NAD‐CAP, algo así como los Oscars de la producción aeronáutica internacional. Tenían un saber propio avalado por la solvencia de su know how, y había que dotarlo de las credenciales precisas para poder competir globalmente. Son muchas las certificaciones en procesos y servicios que han posibilitado a la compañía hacerse con importantes programas de producción.
En 2012 la capacidad industrial de la entidad se ha multiplicado por tres y cuenta con más de 30.000 metros cuadrados destinados a la producción, tan solo en Europa. Este enfoque innovador y la inversión en I+D, junto con la capacitación y mejora de sus procesos productivos, es causa y consecuencia de que Carbures se consolide en un sector tan complejo como es el aeronáutico y tienda a posicionarse como un líder en tecnología de estructuras de vehículos.
Si bien, y en un primer momento, la empresa estaba dedicada a la prestación de servicios de recepción técnica del sector aeronáutico, hoy tan sólo once años más tarde de su nacimiento, la entidad ha diversificado su producción ofreciendo la producción de estructuras ligeras para distintos sectores como son transporte (aeronáutico, aeroespacial, automoción) y obra civil.
A modo de resumen, y en lo que a cifras se refiere, en los últimos tres años los fondos propios de Carbures se han multiplicado por diez. Gracias a la actividad de la empresa y sus filiales, la compañía va a multiplicar por tres su volumen de negocio en tan sólo dos años, cifra que seguirá aumentando hasta alcanzar un incremento de más del 250% en 2016. En marzo de 2013, unos 14 millones de euros.