Capitalismo Next Generation y post COVID

En la librerías hay un nuevo libro que merece la pena leer. Compartimos la reseña del libro ‘Capitalismo Next Generation: empresario y empresa en el mundo postCovid-19’, de Ramón Casilda Béjar (Ed. Tirant Lo Blanch, 2021).

Ramón Casilda Béjar concluye su “trilogía” con su nuevo libro: “Capitalismo Next Generation. Empresario y empresa en el mundo Post Covid-19”, con una extensión de casi trescientas páginas. Igualmente, cuenta con una cuidada edición de tapa dura, un formato innovador, un papel excelente y una letra que se deja leer muy bien.

El libro se divide en cuatro partes: el capitalismo, los capitalismos, el empresario y la empresa. Casilda comienza con un viaje por la historia del capitalismo, desde los más relevantes hechos y sus diferentes escuelas de pensamiento económico, hasta las más recientes transformaciones ideológicas. Continúa con lo que denomina “los capitalismos”, donde presenta las respectivas variantes. Y finaliza con el empresario y la empresa, como instituciones prominentes del capitalismo, recogiendo los impactos que han dado paso a las transformaciones organizativas, gobierno corporativo y responsabilidad social. Y todo ello, con el trasfondo del cambio climático, la distribución de la riqueza, la desigualdad y la aceleración tecnológica en el contexto de la crisis del COVID-19.

Este inmenso e intricado puzle del capitalismo, el empresario y la empresa es lo que forma parte de la “reinvención del capitalismo”, que nos propone el autor desde el inicio de lo que denomina su “aventura intelectual”.

Desde este planteamiento, reflexiona sobre la naturaleza misma del capitalismo. Para Casilda, históricamente ha sido y es un tema que ocupa y preocupa a los economistas y, por extensión, al conjunto de la sociedad. Lo define como: “un sistema que la humanidad ha adoptado a lo largo de su historia, en la búsqueda de mecanismos para resolver de la manera más eficaz posible sus problemas económicos, dentro de unos valores políticos, sociales y éticos determinados, que implican un mundo de acción, comprensión e interpretación de la vida, según el contexto e intereses de cada cual que repercuten sobre el conjunto de la sociedad”.  Y llama la atención que dé la palabra a la filosofía para definirlo según Arthur Schopenhauer: “Como una forma y representación del mundo que es fruto de las manifestaciones de la voluntad humana, una representación de la condición social del hombre en una circunstancias concretas de lugar y tiempo. Una representación económica que, al igual que ocurre con las representaciones artísticas, se suceden las unas a las otras, y en las cuales no puede faltar nunca ni la imaginación ni la fantasía”.

Tipos de capitalismo

El autor destaca que en el mundo occidental en el siglo XX se han dado dos tipos de capitalismo. De manera general, indica que el siglo pasado comenzó con la hegemonía de las “teorías de libre mercado”, que murió por los efectos de las dos Guerras Mundiales, y el llamado “crack” de 1929. Le siguió la época guiada por las “teorías económicas más intervencionistas”, cuyo máximo representante fue John Maynard Keynes, en el marco del New Deal estadounidense del presidente Franklin D. Roosevelt y los acuerdos de Bretton Woods.

Finalmente, desde mediados de los años 1970, hemos vivido el retorno del liberalismo en una variante más desarrollada, conocida como “neoliberalismo”, cuyo sostén teórico/ideológico se fundamenta en las ideas de los premios Nobel de Economía Friedrich Hayek y Milton Friedman.

Aunque muy alejadas de las ideas de Hayek y Friedman, John Maynard Keynes es considerado como el maestro contemporáneo y se le reconoce como ”el salvador del capitalismo” (”der retterder kapitalismus”). Lo fue en su momento más álgido, cuando arreciaba la crisis de 1929 y se venía literalmente abajo. Fundador de la macroeconomía moderna, con su “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, se la considerada la obra más influyente del pensamiento económico del siglo XX, donde presenta las herramientas que hicieron posible detener la caída del capitalismo y vencer la Gran Depresión de 1930.

Casilda plantea que, con mayor intensidad desde la crisis financiera de 2008, el capitalismo está siendo sometido a una serie de cuestiones que afectan a su naturaleza más sustancial y, por tanto, están provocando su “reinvención”.

Reinvención del socialismo

Ahora un inciso, para dejar constancia de que el autor dedica un amplio punto a la reinvención del “socialismo”, que lo sitúa a partir del 15 de noviembre de 1959, en la ciudad alemana de Bad Godesberg, cuando el Partido Socialdemócrata Alemán aprobó oficialmente abandonar el marxismo, identificando “socialismo con democracia liberal” y en consecuencia adoptar la “economía de mercado”, lo que influyo notablemente en el cambio ideológico de la “izquierda europea”, que adopto el keynesianismo como referencia económica. Algo muy parecido ocurrió en España, cuando veinte años después, en el Congreso Extraordinario celebrado en Madrid en septiembre de 1979, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) renuncio oficialmente al marxismo en favor del “socialismo democrático y la economía de mercado”, lo que se traduce, al igual que en el SPD, llanamente en “socialdemocracia”. Así comenzó la renovación de la izquierda europea, con la incorporación de buena parte del “pensamiento liberal”.

Continuando con las cuestiones que afectan a la naturaleza más sustancial del capitalismo, y por tanto a su “reinvención”, una de ellas la encontramos en la disminución de la competencia entre las empresas en un número muy amplio de sectores, predominando especialmente el “tecnológico”, donde destacan las grandes plataformas que han acuñado el acrónimo de GAFA (Google, Amazon, Facebook –actualmente Meta- y Apple) y si se incluye Microsoft (GAFAM).

Esta tendencia para la creación de grandes monopolios podría ser la causa de las distorsiones en el mercado de trabajo y del lento crecimiento de la productividad, que se manifiesta de manera diferente en cómo se desarrolla la competencia en China y EE.UU.

En China, prácticamente no hay una diferencia sustancial entre el Estado y las grandes empresas, porque se encuentran dominadas o participas mayoritariamente por este, de forma que la competencia se encuentra debidamente controlada.

Por su parte, Estados Unidos lleva décadas mermando la calidad de una economía que tiene su base en la libre competencia. Hoy uno de los debates más apasionantes es el referido a la empresa y su poder de mercado. Un modelo de competencia perfecta está guiado por el precio de los bienes y servicios, sin que las acciones de una persona física o jurídica puedan alterarlo. Sin embargo, cuando nos alejamos de este modelo surge el concepto de poder de mercado, donde la compraventa de bienes y servicios se encuentra influida por las acciones individuales o de una persona jurídica. Sin duda, son indudables las ventajas que proporciona una “mayor” competencia frente a las derivadas de formaciones monopolísticas, que resultan perjudiciales al favorecer solo a unos pocos. “Lo que es bueno para General Motors, es bueno para los Estados Unidos, y viceversa”. Pues bien, lo que es bueno para los monopolios, no es bueno para el capitalismo, asegura Casilda.

Otro de los elementos es el crecimiento inclusivo e incluyente. Enfatiza que no es un simple juego de palabras. La inversión socialmente responsable, la regeneración del medio ambiente, la reducción de las desigualdades, entre otras, deben dar lugar a un “capitalismo de las partes “interesadas” (“stakeholder”), que trasciende del esquema tradicional que tiene como referente el “principio” de maximizar la creación de valor para los accionistas.

A partir de aquí, en EE.UU se ha producido un debate que, en esta ocasión, se encuentra por detrás del iniciado en Europa y Japón, que adoptaron un modelo de capitalismo más centrado en las partes interesadas.

La teoría de las partes interesadas dice que para que una empresa o negocio tenga éxito, tiene que crear valor para las partes interesadas que concurren en el negocio: accionistas, clientes, proveedores, empleados, comunidades y financieros (no necesariamente en este orden). No se puede mirar a ninguno de sus intereses o partes interesadas de forma aislada. Lo que hace que la empresa funcione es que los accionistas, clientes, proveedores, empleados, comunidades y accionistas, puedan crear juntos algo que ninguno de ellos puede hacerlo por separado.

Business Roundtable (Mesa Redonda de Negocios), es la más influyente organización empresarial de EE.UU. sobre “principios de gobierno corporativo”. La singularidad se encuentra en que, desde 1997, cada documento publicado por la organización respalda “maximizar” la creación de valor para los accionistas desde el principio de que “las empresas existen principalmente para servir a los accionistas. El deber primordial de la gerencia y de las juntas directivas es con los accionistas. Los intereses de otras partes interesadas son relevantes como un derivado del deber para con los accionistas”. Sin embargo, esta primacía hacia lo accionistas se ha visto alterada por la nueva declaración de “principios”, que la organización efectuó el 19 de agosto de 2019, con la idea de redefinir las reglas de hacer negocios. Los CEOs de Business Roundtable presentaron una “agenda” de políticas transversales para asegurar el liderazgo, la innovación, que proyecte una economía sólida con el objetivo de aumentar los niveles de vida de todos los estadounidenses.

Casilda plantea la colaboración de un gobierno eficiente económicamente y responsable socialmente, con la capacidad de gestión y creación de riqueza por parte del empresario y la empresa, haciéndolo extensible a las alianzas no tradicionales y la cooperación internacional. Aunque pueda pensarse que esta combinación es imposible y quizás hasta indeseable, sin embargo, la considera esencial condición para conciliar y aprovechar de manera inteligente los cambios, si efectivamente queremos inaugurar una “sociedad armoniosa” o una “sociedad humana saciable”, por oposición a la que Immanuel Kant ya había calificado como “sociedad insaciable”.

Capitalismo Next Generation, cuenta con marcos de referencia que el autor pone a disposición del lector, confiando que le resulten además de prácticos, desafiantes para su propio pensamiento y aprendizaje, desde el firme convencimiento de que no vivimos una era de cambios, sino que vivimos un “cambio de era”. Por ello, concede más lugar al “pensamiento estratégico”, entendido como una forma diferente y propia de ejercer el pensar, haciéndolo como un “observador” de la “reinvención” del capitalismo y por tanto de la “vida humana”.

Para hacer frente a las dificultades, propone repensar muchos de los planteamientos que han dominado la formulación de políticas económicas en las economías de mercado durante los últimos 40 años. Nos dice que esto implica el desarrollo de una nueva concepción del avance económico y social al tiempo que conlleva una comprensión más profunda de la relación entre crecimiento, bienestar humano, reducción de las desigualdades y la sostenibilidad medioambiental.

También sostiene que será esencial desarrollar nuevos marcos de teorías y análisis económico . Está claro que necesitamos una base de conocimientos y evidencias más ricas sobre el funcionamiento de las economías, y nuevos instrumentos y técnicas que ayuden a los responsables de la formulación de políticas en su labor. Será necesario diseñar e implementar un conjunto más amplio de reformas políticas e institucionales basadas en nuevos marcos y análisis para lograr los nuevos objetivos económicos y sociales.

Al respecto propone organizar un “Bretton Woods 2.0”. Siendo Bretton Woods una creación intelectual que aparece como la pieza más importante de lo que sería el diseño de todo el “sistema monetario internacional” de la posguerra. Solo hay que recordar que el sistema monetario internacional de Bretton Woods fue un componente fundamental de la edad de oro del crecimiento económico (1946-1973). Con los acuerdos de Bretton Woods, se consiguió un grado formidable de estabilidad de los tipos de cambio frente a la inestabilidad del período anterior y el siguiente. Se resolvieron los problemas de pagos, haciendo posible el aumento sin precedentes del comercio y la inversión internacional. Hoy nuestros tiempos piden reorganizar y actualizar el sistema monetario internacional.

Casilda nos sitúa ante un libro interdisciplinar y holístico, que nos permite un amplio como riguroso entendimiento del capitalismo con sus pros y sus contras, sus debilidades y sus fortalezas, como benefactor y como destructor. Para lo cual se sitúa en la “realidad” del Zeistgeist o espíritu del tiempo. Heisenberg decía que no conocemos la “realidad”, sino la realidad sometida a nuestro modo de interrogarla.

Casilda nos propone diferentes modos de interrogarla y, además, aporta elementos para la comprensión de esta nueva realidad necesitada como dice de hombres ilustrados: no iluminados. Justos: no justicieros. Valientes: no temerarios, para liderar los problemas políticos, económicos, sociales y culturales que todo cambio de era lleva consigo.

El autor escribe en el prólogo: resulta útil precisar donde se sitúa el libro: “Mehr licht. Más luz”, fueron, al parecer, las últimas palabras de Goethe, en demanda de mayor claridad intelectual y más verdad. Más luz, más claridad intelectual y más verdad es lo que aporta Casilda como “libre pensador”, que como el dice, “muy afortunadamente tengo la posibilidad de pensar libremente y de poder volver a hacerlo si me equivoco, eso sí, con la condición de que sea con inteligencia y sobre todo con honestidad y responsabilidad.

Finalmente solo me resta decir, que con la idea de neutralidad y equilibrio en la exposición, el libro cuenta con una gran fuente de referencias bibliográficas de múltiple procedencia que se completa con amplias notas y citas intercaladas como apoyo al texto. Sin dudas estamos ante una obra de largo recorrido. Por todo lo cual, directamente sin rodeos, recomiendo vivamente su lectura y felicito al autor por tan loable esfuerzo.

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