La cantidad de entidades financieras que ofrecen la posibilidad de obtener préstamos estando registrado en un registro de morosos ha crecido muchísimo. Por eso, Matchbanker ha confeccionado un listado actualizado con algunas de las empresas que ofrecen préstamos con ASNEF a día de hoy.
Existe una creencia popular respecto a que las empresas que ofrecen préstamos a consumidores en registros de morosos siempre aceptan todas las solicitudes. Pero esto es rotundamente falso. Generalmente, el consumidor tendrá que tener ingresos regulares. Quizá no una nómina, pero sí una prestación por desempleo, una pensión o algún ingreso similar.
Asimismo, las financieras no consideran todas las deudas igual. Por lo general, los préstamos con ASNEF solo se conceden si la deuda registrada es relativamente pequeña. Al respecto es interesante saber que aunque depende de cada prestamista, 1000 € es un límite habitual. Otro de los factores que consideran habitualmente es el origen de la deuda. En general, para los prestamistas estar registrado en ASNEF por una factura de servicios impagada es menos grave que estarlo por no haber devuelto un préstamo.
Por último, siempre hay que tener en cuenta que independientemente de que el cliente esté en ASNEF o no y de cuál sea la posición del prestamista al respecto, si el segundo considera que el cliente no va a poder afrontar su pago, rechazará la solicitud de financiación.
Los préstamos con ASNEF son caros. Se trata de un servicio muy específico para una situación en la que muchos otros prestamistas no están dispuestos a financiar a nadie, y esta situación se paga.
Si miramos al tipo de interés anualizado de estos préstamos (la TAE) veremos que es muchísimo más alto que el de un préstamo personal normal. Si son viables para los consumidores, es porque la cantidad que se presta es pequeña. Hay que pensar que la mayoría de ellos en el primer préstamo solo ofrecen entre 50 y 500 €, algunos incluso lo restringen hasta 300. En consecuencia, aunque el interés sea alto, el montante bruto de los intereses no suele suponer una gran cantidad.
Más allá de ver los prestamistas propuestos por el comparador, el consumidor debe aprovechar el hecho de que la solicitud de préstamo es gratuita para obtener información formal.
Una vez que se conocen varios prestamistas que anuncian unas condiciones interesantes, es buena idea registrarse y hacer la solicitud para obtener una propuesta de contrato. Con ella, se pueden comprobar todos los costes asociados al préstamo, incluidos aquellos que solo se cobrarán en situaciones especiales como aplazamiento del pago, pago atrasado, impago o pago anticipado.
Con esta información, ya se puede tomar una decisión definitiva y rechazar aquellas otras que hayan quedado descartadas. Por supuesto, independientemente de lo fiable o rica que pueda ser la información de un comparador, el consumidor siempre debe comprobar cuidadosamente cualquier contrato antes de firmar.