La facturación agregada de las 30 principales inmobiliarias se situó en 6.434 millones de euros en 2015, lo que supuso casi un 5% más que en el ejercicio anterior. Las diez mayores empresas facturaron de forma conjunta 4.554 millones de euros, mientras que la facturación agregada de las veinte primeras alcanzó los 5.741 millones de euros. Así lo refleja el Observatorio Sectorial DBK elaborado por Informa.
Según el informe, el mercado inmobiliario español mantuvo en 2015 la tendencia de recuperación apreciada ya en el año anterior, en un contexto de mejora de la coyuntura económica, descenso del desempleo y mayor facilidad en el acceso a la financiación.
El valor de los trabajos de construcción en el área de edificación residencial contabilizó un aumento del 7%, superando los 30.000 millones de euros y alcanzando el número de viviendas iniciadas las 42.000 unidades, lo que supuso un incremento del 17% con respecto a 2014.
La prolongación de la actual fase de crecimiento de la economía española y la mejora experimentada por los principales indicadores del sector inmobiliario en los últimos meses, hacen prever la consolidación del crecimiento de la actividad a corto y medio plazo. Así, se estima una cifra de 51.000 viviendas iniciadas para el cierre de 2016 y de alrededor de 59.000 para el año 2017.
El precio de la vivienda mantendrá la actual tendencia alcista, favorecido por la progresiva disminución del stock de vivienda nueva sin vender y el creciente interés de los inversores por este tipo de activos.
En el mercado no residencial también se aprecia una significativa mejora en los principales indicadores. En el ejercicio 2015 se registró un descenso de las tasas de desocupación en las principales ciudades y un incremento de las rentas. Por su parte, la superficie visada para uso no residencial creció cerca de un 29% respecto al año precedente, destacando a este respeto los inmuebles para uso turístico.
A corto plazo es previsible que se produzcan en el sector nuevas operaciones de fusión y adquisición entre empresas, con el fin de crear economías de escala y reforzar las estructuras financieras, lo que provocará un aumento de la concentración de la oferta. Las nuevas inversiones continuarán concentrándose en fondos de inversión inmobiliarios y en Socimis, que seguirán protagonizando compras de activos en todos los segmentos de actividad.