Tvitec: “Nos hemos consolidado en época de crisis”

Con una previsión de cierre de este ejercicio de cerca de 55 millones de euros, Tvitec es la empresa número uno en España en el sector del tratamiento del vidrio, motivo más que suficiente para que el Jurado de los Premios ECOFIN le haya otorgado el título de ‘Titanes de las Finanzas’.

Javier Prado, director general, y Alberto F. Sutil, director comercial de la compañía, cuentan cómo han logrado introducirse tan rápido en el mercado internacional y cuál es la fórmula de su éxito.

P. 29 - Tvitec

Javier Prado, director general, y Alberto F. Sutil, director comercial de Tvitec.

Tvitec es una empresa de reciente creación pero con gran ambición, ¿qué retos se plantean ahora a corto plazo?

Tvitec se forjó a nivel de proyecto en el año 2006, empezamos la construcción de la fábrica en septiembre de 2007 y los productos se llevaron al mercado en mayo del 2008.

Veníamos de un proyecto anterior en el que estuvimos trabajando cerca de treinta años en este sector, lo que nos dio la experiencia necesaria para saber interpretar las necesidades del mercado en plena crisis. Fueron unos años duros, en ese momento había mucha competencia en el mercado nacional e incluso de empresas muy consolidadas anteriormente. Sin embargo ahora somos nosotros los que tenemos una empresa consolidada de primer nivel con un complejo en Ponferrada de 112.000 m2 de parcela y una fábrica de 60.000 m2 con una ampliación que se va a realizar en el año 2016 que la sitúan a la vanguardia de las fábricas del mundo. Y para nosotros es una satisfacción que la fábrica se haya creado en España.

Además, vamos obteniendo respuesta del mercado financiero que también ha pasado por una reestructuración importante en estos años. Pero ahora están ayudando a la consolidación de una empresa española que tiene mucho que decir en el desarrollo de los grandes edificios del mundo.

 ¿Es el mercado internacional su prioridad?

Nosotros por razones de supervivencia hemos tenido que salir al exterior que nos ha recibido bien y hemos podido manejarnos. Sin embargo, nuestra vocación principal es el mercado nacional en el que queremos tener una implantación potente 30% del volumen total de nuestro negocio. Es un gran mercado que ahora no está en su mejor momento, pero volverá. Y en el mercado internacional tendremos el resto del porcentaje de negocio, porque en el nacional no hay suficiente trabajo y está sometido a demasiados vaivenes. Tenemos que estar siempre ocupados para que la empresa maneje unos ratios de rentabilidad razonables.

Son una empresa de espíritu emprendedor ¿Cree que la crisis ha fomentado el emprendimiento?

Vemos que después de la crisis el mercado ha cambiado y las costumbres también, y hay gente que se ha quedado sin trabajo o sin empresa y ha tenido que volver a empezar. Aquellos que nunca habían sido empresarios con anterioridad han tenido que emprender, con más o menos modestia, y empezar nuevos negocios.

¿El vidrio de alto rendimiento de Tvitec reviste la cúpula del pabellón de Italia de la Expo 2015 y también de uno de los rascacielos más exclusivos de Nueva York ¿Cómo se consigue esto?

Vendemos en muchos países de Europa, en países latinoamericanos, africanos, en el medio oriente y estamos empezando a vender en Estados Unidos. Para llegar hasta ahí hay que ir viendo donde están los proyectos, donde está la inversión.

¿Cuál cree que es la clave de este éxito?

Son muchas las cosas que influyen todos los días, pero evidentemente, trabajar a diario y entender cuáles son las necesidades del mercado. Al estar en un mercado global podemos tener una visión de la tendencia porque al final lo que pasa en el mundo se replica, antes o después, en España.

Otra clave del éxito es la gran dedicación de la empresa a la inversión. Estamos en un proceso permanente de innovación, de I+D+i. Un reflejo de esto es, por ejemplo, que estamos apostando por los vidrios de gran dimensión. Ya procesamos en la fábrica de Ponferrada vidrios de hasta 12 metros de largo por 3,21 de ancho en una sola pieza; en procesos de templados, de laminados, de pintura, de serigrafía.

Otra es, sin duda, la calidad. Los parámetros de calidad del mercado anglosajón son muy exigentes y eso supone que los vidrios que van tanto a Mozambique como los que quedan en España o van para el mercado inglés llevan unas exigencias de calidad tremendas.

 ¿Cuáles son los valores principales de Tvitec?

El valor fundamental que tenemos es nuestro equipo, porque una empresa no la hace ni una ni dos personas, la hace un equipo de gente. El nuestro está muy comprometido y entusiasmado con el trabajo que hace todos los días, lo que es muy importante: ir a trabajar, porque hay que trabajar, o ir a trabajar porque te gusta lo que haces. Además este equipo tiene mucha experiencia porque lleva años trabajando en este sector. Se podría decir que Tvitec tiene lo mejor de cada casa.

¿Qué ha supuesto para la empresa recibir este premio?

Supone un empuje, porque lo ha recibido el equipo que puede constatar que la gente de fuera, que al final son quienes te valoran y quienes te posicionan, lo está reconociendo. Es muy importante que el esfuerzo y bien hacer sean reconocidos no solo por los clientes sino también por todos aquellos que trabajan día a día con nosotros sin formar parte de la empresa como son los bancos, las entidades financieras y organismos como el ICO. De verdad que genera una gran satisfacción y un gran empuje para todo el equipo que formamos Tvitec.

El jurado de los premios ECOFIN, presidido por Irene Garrido, presidenta del ICO, y compuesto por ejecutivos de las principales asociaciones de directivos y empresarios, escuelas de negociones y de la industria financiera ¿Qué significa para ustedes que dichas personalidades hayan reconocido el gran valor de su servicio?

Como se puede imaginar, una gran satisfacción, una alegría. Especialmente es gratificante que se reconozca el esfuerzo que supone que, en un período de tiempo tan corto, hayamos conseguido posicionar a Tvitec, no solamente como la mejor empresa nacional en la transformación de vidrio, sino que es también una de las dos o tres mejores de Europa y una de las cuatro o cinco mejores del mundo.

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