Estar todo el día detrás de un escritorio es el nuevo tabaquismo

Si bien puede parecer exagerado el título, no lo es en absoluto si nos atenemos a recientes investigaciones científicas, que incluso van más allá del aspecto físico, porque nos advierten de que estar sentados todo el día no es solamente nocivo para la salud, también puede convertirnos en una especie de zombies (en realidad hablan de tontería o estupidez).

imagen.sedentarismo

La investigación científica disponible hoy día, es unánime y contundente: SU ESCRITORIO PUEDE MATARLO. Esas 8 o 10 hrs. por día, a veces más, es un lento suicidio para nuestro cuerpo y mente.

 

Los científicos han descubierto que estar sentado todo el día, decae la actividad eléctrica de los músculos, produciendo una cantidad de efectos metabólicos nocivos para el cuerpo, que según el grado de sedentarismo, incluso con una dosis de ejercicio regular pueden no eliminarse esos daños ya producidos en el organismo.

 

Dentro de la evidencia empírica con la que cuenta la medicina, está claro que el estar permanentemente sentado no solamente le hace más gordo y propenso a sufrir determinadas enfermedades, sino que se produce un efecto metabólico como si lo fuera “emborrachando”, teniendo dificultades a veces para razonar o pensar en algo que con anterioridad lo hacía sin problemas. Estos científicos creen que es una especie de “tontera” que se apodera de la mente, se reducen las reacciones intelectuales y por eso lo de convertirse en un “estúpido”.

 

Sí sabemos los que venimos estudiando las organizaciones desde hace muchos años, que también se reduce notablemente el nivel de creatividad, de ahí que también hay evidencia suficiente para que en muchas organizaciones se haya tomado la decisión de hacer reuniones estando de pie, o con la participación de cada uno cuando le toca, pasando a la pizarra o pantalla o block de notas. La cuestión es que la reunión tenga “movimiento”.

 

El Dr. James Levine, un investigador de la Clínica Mayo, de Rochester, Minnesota, tiene un gran interés en cómo la gente se mueve y qué pasa cuando no lo hace. Es un científico líder en una nueva y emergente rama de la medicina que algunos llaman “Inactivity Studies” (estudios sobre inactividad o sedentarismo) que tiene directa relación con las creencias hasta ahora sostenidas por los médicos sobre la relación entre salud humana y obesidad. Esta relación se conoce desde hace años, pero los datos actuales según las investigaciones, abundan mucho más en los “efectos secundarios” que poco a poco van minando el cuerpo y facilitando que nuestra propia biología y biofísica del organismo se descontrole, dejando paso a enfermedades que ninguna de ellas es leve: diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, etc.

 

La gente en realidad no necesita que los expertos le digan que estar demasiado tiempo sentado le puede afectar su espalda, la columna, etc. La sabiduría convencional hasta la fecha, es que si se cuida la dieta y se practica un poco de ejercicio al menos dos o tres veces por semana, Ud. está combatiendo debidamente su vida sedentaria.

 

Pero lamentablemente esto no es así, ya que existe un cuerpo creciente de doctrina en materia de inactividad física, que sugiere que este comportamiento de algún ejercicio más dieta viene a ser lo mismo que cuando se decía que se puede fumar medio paquete por día porque practica footing. Por eso Marc Hamilton, investigador sobre la inactividad física del Pennington Medical Research Center afirma que: “El ejercicio no es por sí mismo un antídoto perfecto para estar sentado todo el día”.

 

En un estudio publicado en la publicación científica “American Journal of Preventive Medicine”, unos investigadores de la Universidad de Queensland, Australia, intentaron un enfoque múltiple de cuál es la mejor manera para solicitar cambios de comportamiento en la oficina.

 

El estudio comparó a tres grupos de empleados de la universidad, que normalmente están más de seis horas sentados durante cada jornada de 8 hrs. Un grupo, recibió mesas de altura ajustables; el segundo recibió escritorios junto a una guía de orientación; el tercer grupo recibió mesas pero sin instrucción alguna y servía como grupo de control.

 

Después de tres meses, el 3º grupo había reducido su tiempo de estar sentados en unos modestos 33 minutos en comparación con los otros dos grupos sujetos a control, que habían logrado una reducción de 89 minutos y acercarse al 50% de distribución ideal entre el tiempo que una persona está de pie y sentado.

 

El asesoramiento adicional que se dio a dos de los grupos, incluía un coaching personal y establecimiento de objetivos, sesiones de brainstorming para reducir el tiempo de estar sentado, recordatorios frecuentes por e-mail y la posibilidad de consultar con los gerentes.

El investigador Maike Neuhaus afirma: “Cambiar los hábitos puede que no sea una cosa tan simple como proveer únicamente un nuevo escritorio, ya que los hábitos que se imponen en una oficina están directamente vinculados con las rutinas, y nosotros hemos descubierto que los trabajadores que actúan en solitario pueden sentirse incómodos si están de pie ya sea en una reunión o en sus lugares de trabajo”. Es por ello, que si las organizaciones siguieran la tesis de Neuhaus, entonces facilitarían que la gente se sienta bien al estar de pie durante algunos momentos en su puesto de trabajo, a lo mejor mientras realiza una comunicación telefónica, y especialmente, cuando participan de una reunión de departamento o interdepartamental, en la cual todos tiene que hablar y participar.

¿Cuáles son las conclusiones que debemos extraer de todo este “arsenal” médico-científico?

Hemos explicado en reiteradas ocasiones sobre la transformación tremenda que se estaba dando en las organizaciones en los últimos años, derivado de dos factores que actuaban conjuntamente: la revolución tecnológica que lo había cambiado todo, en cuanto a métodos, procedimientos, etc.; el imparable proceso de “humanización” derivado de una filosofía organizacional en la que lo vital está representado por las personas, el llamado y también muchas veces cuestionada denominación “capital humano”. Pero ambos condicionantes tienen cada vez más peso, se les presta más atención desde la dirección y las cosas han ido cambiando.

Pues es momento entonces, de replantearse aquellos principios que aún cuesta asumir en muchas empresas Pymes, de que hay que “calentar silla” para demostrar que se trabaja o que se es productivo. Nada más lejos de la realidad, por dos motivos: el primero, por la evidencia científica que hoy explicamos; el segundo, porque la mente humana necesita (lo hemos dicho en más de un artículo referido a la creatividad, emociones, etc.) un descanso de tanto en tanto, para que no decaiga su nivel de rendimiento y productividad.

Por tanto, ya es hora que las empresas se organicen más en función de la salud física y mental de las personas que únicamente desde el prisma de una productividad “que nosotros cuestionamos”. Darle a la gente más flexibilidad y libertad, seguramente incrementará su compromiso, serán mucho más ágiles para la resolución de los problemas, porque a lo mejor, determinados días pueden operar desde su casa, o incluso en un Starbucks.

Menos silla y presencia física no implica bajar productividad. Es un error que muchos propietarios de Pymes no quieren asumir. Pero además, estamos en condiciones de advertir que también la silla (o el escritorio) según quiera decirlo, es pernicioso para la salud física y mental.

Por qué entonces no coordinar bien por nuestro interés personal y por el de las organizaciones las demandas y necesidades requeridas en el puesto de trabajo (exigencias y responsabilidades de la función) con el cuidado de la salud física y mental.

Gente más sana física y mentalmente es una sociedad mejor, con mayores posibilidades de éxito. Así de simple.

José Luis Zunni. Director de ECOFIN.es, coordinador de la División de Análisis de ECOFIN y del Blog de Mangement & Leadership. Junta Directiva de Governance2014, coordinador académico de e Latam y profesor de la EEN (Escuela Europea de Negocios).

Eduardo Rebollada Casado, miembro de la Junta Directiva de Governance2014 y co- autor con José Luis Zunni de más de 150 artículos de Management y liderazgo en la EEN (Escuela Europea de Negocios) y colaborador del Blog Management & Liderazgo de ECOFIN.

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