Cómo evitar líderes obsoletos

Existen fórmulas como la de las cuatro erres, gimnasios de mantenimiento, servicios de coaching para ejercer la mente a cada paso, lecturas necesarias… En fin, reavivemos el espíritu del líder de manera permanente para regar un jardín que debe florecer a diario.

Sabemos que hay que actualizar cada semana los conocimientos científicos y técnicos. Un médico o un ingeniero no pueden dormirse en los laureles. Pero tampoco un líder debe pensar que lo aprendido en un master o en un cursillo es un bien perenne para toda la vida. Las habilidades caducan, las percepciones cambian.

Son muchas las preguntas que puede hacerse un directivo, y también un líder, respecto a la mejora que puede hacer en sus habilidades. Aquí van algunas preocupaciones habituales en los líderes:

– ¿Cuáles son las fuentes que utiliza para mantenerse al día sobre las tendencias en liderazgo?

– ¿Está siendo capaz de mostrar sus habilidades de liderazgo o, por contrario, encuentra ciertas limitaciones (factores externos, estructura organizativa, gestión de sus emociones, etc.) que malogran su aprendizaje?

– ¿Está satisfecho con la visión que se supone tiene como líder?

– ¿Está sacando el máximo provecho del coaching one to one en materia de liderazgo?

– ¿Qué está haciendo para maximizar su impacto y mejorar el potencial de aprendizaje?

Es sólo un botón de muestra. Como consultores y formadores, durante muchos años hemos sido testigos en innumerables ocasiones de cómo líderes empresariales de reputado prestigio estaban manteniendo una forma de entrenamiento de liderazgo en la que parte del contenido era un poco anticuada. En caso de que esta situación se diese hoy en la empresa en la que actúa como asesor, consejero, etc., ¿qué recomendaría para el o los líderes de manera de actualizar sus conocimientos de liderazgo?

Vamos a poner por caso los conceptos de líderes fuertes. Lo primero que hay que enseñar a los nuevos líderes es que no se trata de buscar una fuerza que no puede tenerse ni física ni anímicamente, sino que se habla de la fortaleza en cuanto al enfoque que se hace del liderazgo. O sea, la consciencia de sí mismo que se tiene, lo que implica principios, valores, la forma de conducirse en la vida, etc.

Y esto también puede entrenarse a través del coaching. Al igual que el atleta entrena los músculos de las piernas, el líder hace un entrenamiento de su capacidad de tener una mente abierta y flexible. Sentir que se adapta con facilidad a las diferentes circunstancias que se le presentan en la empresa, especialmente las que están condicionadas por el entorno.

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Por tanto, la clave de un liderazgo actual se basa en el entrenamiento personal, conocer las últimas novedades de la doctrina y las prácticas que están haciendo organizaciones punteras a escala global. Porque no sólo el líder debe estar en condiciones de adaptarse al cambio y gestionarlo de manera adecuada, sino que tiene que conseguir que los potenciales nuevos líderes que ahora están en el desarrollo de sus respectivas carreras vayan comprendiendo la visión, cultura corporativa, objetivos, etc.

Que todo este bagaje se ha ido imponiendo en la organización y que se pretende que se herede por los mandos intermedios que ocuparán con seguridad puestos de más responsabilidad a breve plazo, en la medida que la empresa quiera seguir compitiendo en condiciones ventajosas en el mercado. Y este nivel de competitividad requiere antes que tener el mejor producto o mejor servicio, el personal más y mejor preparado.

Mejorar las habilidades interpersonales

Un líder eficaz necesita contar a su vez, con las buenas habilidades de su personal. Tanto los empleados como los mandos deben sentirse cómodos cuando se enfrentan a un problema y pueden llegar al líder de la organización, o en su caso y lo más frecuente, al jefe de equipo o departamento, sin temor a una reacción por el planteamiento que pueda hacerse.

El miedo no es buen consejero ni en las relaciones interpersonales ni en la forma de dirigir personas. En cambio, sí es imprescindible abrir la puerta a la consulta, pidiendo opiniones o dejando que las críticas se hagan sin limitación alguna, porque en definitiva redundará en beneficio de organización y personal.

El punto de vista, como su expresión indica, es precisamente la forma en que cada persona puede focalizar un hecho o una acción. Equivocada o no, es su apreciación y también percepción de la realidad. Tener en cuenta estos otros puntos de vista tiene consecuencias positivas de parte del personal, porque se ve que el líder o los jefes de secciones, sienten un respeto por lo que otros miembros de la empresa crean, piensen, etc.

Cuando el líder se acerca a un determinado sector de la empresa y de manera explícita agradece la aportación que determinada persona ha realizado para solucionar un problema operativo que traía de cabeza al departamento de reclamaciones, la cuestión es no sólo dar las gracias, sino mencionar su nombre para que se vea que hay un reconocimiento expreso que quiere señalarse y destacarse.

Evaluar sus habilidades

Realizar una evaluación periódica de las propias habilidades que tiene el líder puede ayudar a asegurar que sus competencias estén en el nivel que deberían estar.

En caso de que su especialidad o la experiencia y conocimientos que debe aplicar en la empresa, no está sometidos a un cambio demasiado rápido, es conveniente realizar esta evaluación una vez al año. En cambio, no será suficiente si se encuentra en un campo que cambia rápidamente, donde se necesitan constantemente nuevas habilidades para mantenerse al día con los cambios en la tecnología, por lo que deberá completar esta evaluación cada pocos meses para mantenerse actualizado.

Aumentar los conocimientos

Un buen líder nunca deja de aprender y siempre quiere mejorar todas sus habilidades, sean técnicas o emocionales. Es importante que el líder sea consciente de cuáles son sus puntos fuertes y débiles, para que pueda planificar y dedicar el tiempo necesario a la adquisición de un conjunto de habilidades específicas o mejorar sus habilidades existentes. Todo esto puede ayudarle a convertirse en un líder muy bien valorado.

Una vez identificados aquellos aspectos que hay que reciclar, deberá buscar cuáles son las formas más idóneas de obtener ese conocimiento. Participar en seminarios, conferencias, así como reuniones formales con personalidades expertas que le puedan aclarar dudas importantes en la materia que quiera profundizar, son formas de ampliar su conocimiento y mejorar su desempeño en el trabajo.

Inspirando a otros

Incentivar e inspirar a los miembros del equipo para que logren sus propios objetivos personales y puedan alcanzar su potencial, puede ayudar al líder a su vez a convertirse en un líder mejor. Por aquello de que “el saber no ocupa lugar”, en materia de liderazgo podría decirse que la capacitación nunca es suficiente. Siempre hay algo nuevo que incorporar.

Involucrar a cada persona en las metas del equipo de planificación para el futuro, hace que todos se sientan como un valioso miembro del grupo y ayuda a que se entusiasmen por los nuevos proyectos. Establecer altos estándares para el desempeño individual desafía a los miembros del equipo a salir de su zona de confort. Recompensar a los miembros del grupo por su arduo trabajo les muestra que son apreciados y los hace sentir como parte integrante del equipo

Los factores de la producción en la economía

A estas alturas del siglo XXI quién puede dudar de que un factor post-capitalista de la producción es la capacidad de dirección, que se retrata perfectamente en el mejor o peor liderazgo organizacional. Nunca se le otorga al liderazgo esta importancia. O más bien, son pocos los autores que han recalado en este enfoque que es esencial para comprender la manera actual de liderar organizaciones. Pero va más allá aún: también debemos incorporar el liderazgo científico, tecnológico y, por supuesto, el político.

El liderazgo es, en definitiva, el auténtico vertebrador de todos los otros factores que intervienen en la economía, la política y la sociedad en su conjunto. Porque hace que todos ellos trabajen de manera coordinada y con un fin para beneficio de los ciudadanos.

Sin liderazgo, o mejor dicho, sin una forma de liderar efectiva, pueden malograrse todos los demás factores a los cuales se le aplican los recursos humanos y materiales para que la sociedad tenga un nivel de producción y distribución de riqueza adecuada.

A nivel microeconómico de cada empresa, son los líderes efectivos los que están en sintonía con las necesidades y problemas de sus subordinados, porque sabrán cómo debe su personal mantenerse actualizado sobre nuevos avances en la gestión como consecuencia de las nuevas tecnologías. Esto hace que el liderazgo se actualice para que maximice su eficacia.

leadership

Un liderazgo obsoleto, al igual que cualquier líder que entre en esta categoría, sea empresarial o político, no podrá nunca de su gestión obtener un mínimo de resultados razonables, ya que se ha desfasado respecto a los requerimientos que tanto la sociedad (consumidores) como ciudadanos respectivamente le exijan.

Los líderes son invalorables cuando se trata de establecer y comunicar nuevas direcciones estratégicas, así como motivar a los empleados para aumentar la dedicación a los objetivos de la organización.

Metas y dinámica empresarial

Afirmar que la actividad empresarial forma parte de la dinámica económica es una tautología, porque es aseverar una verdad conocida. Pero no por sabida es a veces comprendida que establecer metas en el proceso de dirección es una dinámica que no se agota con estar plasmado en un plan. Requiere revisión permanente y ajustes constantes. Esta es la exigencia que la realidad nos impone para que la dirección empresarial esté más acorde con los movimientos del mercado.

Para estar motivando en el tiempo, los objetivos deben ser reexaminados periódicamente para mantenerlos vivos y actuales. Hay que asegurarse de que están al día. Una meta bien establecida ayuda a los procesos de coaching y capacitación del personal.

Las cuatro erres para estar al día en liderazgo

1.- Reanimar.

Nunca perder de vista el objetivo o los objetivos. Con frecuencia se establecen múltiples metas de desarrollo y capacitación, pero no sólo hay que priorizar, sino decidir cuál de los objetivos sigue siendo pertinente y si además debe dedicársele energía (recursos humanos y materiales).

2.- Revisar.

A veces se establecen metas demasiado ambiciosas para lograr dentro de un año. Otras veces, el objetivo no es lo suficientemente ambicioso y se habría logrado muy temprano en el proceso operativo, siendo un motivador negativo.

Si el objetivo mismo sigue siendo pertinente, puede ocurrir que se desee ampliarse para que sea más razonable o adaptable a las nuevas circunstancias.

3.- Reconstruir.

Es posible que las metas que se establecieron al principio ya no sean relevantes porque las circunstancias del entorno han variado. Pude ocurrir que se quiera dar un paso atrás y dejar para otro momento la asignación de recursos para dicho objetivo. Al mismo tiempo, es posible que se quiera construir nuevas metas que reflejen mejor la realidad actual.

4.- Reafirmar.

En caso de que se tenga la certeza de que los objetivos son pertinentes y que se está haciendo un buen progreso, hay que mantener las acciones y la buena dirección del camino que se ha elegido.

Artículo coordinado por José Luis Zunni, director de ecofin.es y vicepresidente de Foro ECOFIN, en colaboración con Salvador Molina, presidente de ECOFIN, Javier Espina Hellín, miembro de ECOFIN Business Schools Group, y Ximo Salas, miembro del ECOFIN Management & Leadership de ECOFIN.  

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