Braulio Medel, presidente de Unicaja, tiene mucho que decir en materia de vivienda, hipotecas y desahucios. En sus manos hay decenas de miles de hipotecados y centenares de embargados y desahuciados. Por ello, no sorprende escucharle pedir una negociación nacional entre banca, Administración y grupos políticos para abordar una reforma de calado que frene la posibilidad de un banco público según pide Podemos; pero que ponga paños calientes en materia de vivienda social, política hipotecaria y freno a los desahucios. Medel siempre ha estado cerca de posturas sociales y, además, si la amenaza es con distorsionar el mercado con un banco público (que podría ser la propia Unicaja, además de Bankia) pues aún con mayor sensibilidad e interés, si cabe.
El viejo cajero andaluz cree que la vivienda debe considerarse como un bien “de primera necesidad” y garantizarse a todos los ciudadanos. Esa postura le acerca a los planteamientos sociales de plataformas ciudadanas y de partidos como Podemos y como el PSOE andaluz. Pero es que además de representar a un banco (antigua caja de ahorros), no hay que olvidar que Braulio Medel no es un recién llegado, que ya vivió la existencia de un Banco Hipotecario de titularidad pública, políticas de hipotecas subvencionadas por el Estado, cuentas de ahorro hipotecarias desgravables y toda una política de vivienda social que España defendió durante décadas en la segunda mitad del siglo XX. En aquella era post-Transición, Braulio Medel fue el banquero del Socialismo español, presidió la patronal de las todopoderosas cajas de ahorros de la época (CECA) y apoyó las políticas socialistas de vivienda social en los años de Gobierno de Felipe González y los presidentes andaluces (siempre fueron socialistas).
“Para el mercado de la vivienda no es sólo aconsejable, sino necesario” sentarse a negociar una política nacional de vivienda. No cree necesario recrear un banco público para hacer algo que ya lo puede hacer la banca privada, como en su momento hicieron ellos desde las cajas de ahorros. Además, resalta la importancia de respetar la propiedad privada y no reducir la política de viviendas sociales a frenar la ejecución hipotecaria. Porque “en banca el primer y principal principio fundamental es que el dinero que se le confía es sagrado”. Sin embargo, reconoce que hay margen de negociación, pacto y creación de un gran plan nacional impulsado desde la banca junto a la administración central, autonómica y municipal.
El curso de verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), presidida por Iñigo Barrón, está aportando muchas ideas y manos tendidas este año en La Magdalena (Santander, UIMP). Sindicatos, banqueros y ministros están mostrando este curso 2015 un talante negociador como nunca antes se vio por estos lares. Es un buen principio de regeneración social, institucional y aumento de las políticas sociales post-crisis.
Salvador Molina
