El kit de herramientas del periodista 2.0

Íñigo Vinós es fundador y director de Logic Activity una consultora estratégica de marketing y comunicación online. Profesor en escuelas de negocio donde imparte ponencias sobre comunicación corporativa, reputación y gestión de crisis online y socio de honor de Procom.

El pasado 18 de abril tuve la oportunidad de asistir como ponente al II Congreso de Periodismo Autónomo y Freelance, celebrado en la Facultad de CC. de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Durante esa jornada valoré la visión integradora que pone en práctica la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom) en relación a quienes se dedican a la comunicación, ya sean periodistas o comunicadores. Es un posicionamiento que en muchos casos continúa la labor precursora de la universidad, donde tanto unos como otros se forman.

No obstante, en ocasiones conviene distinguir las metas y la razón de ser de periodistas y comunicadores. En ese sentido, un periodista puede y debe ser un excelente comunicador, pero un comunicador corporativo no debe ejercer de periodista. Es muy probable que los comunicadores corporativos estén de acuerdo conmigo en que nos debemos a nuestros clientes y como consecuencia de ello acabamos ejerciendo distintos papeles: a veces somos confesores, siempre somos abogados, buscando la mejor estrategia para nuestro cliente y en ocasiones nos sentimos un poco mercenarios.

El periodista no debe ejercer el papel de confesor y mucho menos el de abogado, aunque el de mercenario me temo que empieza a ser más común. Pero el verdadero papel del periodista es el de investigador.

El periodista no puede renunciar a mejorar el mundo, contrastando la información y a diferencia del comunicador corporativo, buscando y transmitiendo la verdad completa.

En tiempos complejos e inestables como los que estamos viviendo es normal querer echar mano de herramientas que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos, y el gran peligro es, en primer lugar no definir un objetivo y en segundo lugar echar mano de las herramientas sin un método.

Yo suelo aplicar el método POST elaborado por Forrester Research. En él se empieza por definir el público objetivo al que nos vamos a dirigir (People). En segundo lugar se define cuál es el objetivo (Objective) a conseguir con respecto a ese público identificado. Se continúa con la estrategia (Strategy) a poner en marcha para alcanzar los objetivos y por último se eligen las herramientas, es decir la tecnología (Technology).

Y puesto que hablamos de periodistas y de herramientas útiles para ellos, podría tener sentido plantearse como público objetivo (P) a los empleadores de periodistas, para encontrar una oportunidad laboral (O), mediante una mejora de la visibilidad del periodista (S) utilizando para ello la siguiente tecnología (T):

LinkedIn y Xing donde crear el perfil profesional, Twitter principalmente como canal de escucha y también de comunicación. WordPress o Blogger donde desarrollar un blog que ayude en el posicionamiento, slideshare para colgar las presentaciones. YouTube donde publicar trabajos o un videocurriculum. Flickr donde subir trabajos gráficos si es que se tienen. Facebook y/o Google Plus, donde profundizar más en relaciones que puedan ayudarnos a conseguir el objetivo. Paper.li donde es posible crear un periódico en línea con el mínimo esfuerzo y about.me donde se pueden agrupar los canales a través de los cuales se desarrolla la identidad digital.

Son unas cuantas herramientas y sin duda supone un importante esfuerzo no sólo de puesta en marcha, sino también de alimentación de los canales. Aun así me sorprendió una pregunta ¿Cuál sería el ROI de mi blog si creo uno? Mi respuesta, en forma de pregunta: ¿qué alternativas barajas?

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