Diez años que cambiarán la Comunicación

¿Cómo se enteró Usted de la petición de disculpas del Rey? Yo mientras presidía una mesa de debate en el II Congreso de Periodismo Autónomo y Freelance, en la Universidad Complutense, que convocó la Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom). Se giró Pedro Aparicio, fundador de PR Noticias, y me enseñó la última entrada de Twitter en su iPad. Ahí estaba la noticia… Y como yo, millones de personas se enteraron de la última exclusiva por las Redes Sociales.

La noticia se completó luego con el análisis de ciudadanos anónimos en Twitter, en Facebook, en LinkedIn… Es lo que algunos llaman ‘periodismo ciudadano’ y otros sencillamente como ‘socialización de la información’.

Y luego vendrían los opinadores profesionales en la radio y en la televisión a la hora de los informativos… Y al día siguiente, los rotativos harían un análisis más en profundidad de las consecuencias, los precedentes y la acogida de la noticia por parte de políticos y empresarios.

No es que haya que cambiar, es que ya estamos viviendo el cambio. El diario ofrece su análisis ‘reposado’ de las grandes noticias, mientras que la actualidad nos llega desde las Redes Sociales. Y el modelo de televisión actual ya está siendo transformado por la televisión a la carta donde Internet y la TV conviven de una manera mucho más fluida que en la prensa escrita. La integración de estos dos soportes explica que la previsión de transferencias de datos en Internet sea para dentro de dos años de un 80% en favor de señales de vídeo, frente al resto del tráfico de datos.

Han cambiado los hábitos de acceso a la información y el uso de los medios de comunicación, que en otro tiempo eran tan determinantes en la vida social, política y económica del mundo. Esto es un hecho galopante al ritmo que desaparezcamos de la faz de la tierra los románticos del papel couché y los nativos de Internet pueblen el nuevo planeta tierra.

Pero el cambio se acelera con un reactivo letal: la actual crisis económica, que tiene dos impactos directos en el Periodismo. De un lado, ha acelerado la reconversión cercenando un 20% del empleo y arrasando cabeceras. Y a la vez, se está llevando por delante principios y valores éticos esenciales en el Periodismo. Está disminuyendo la cantidad, pero también la calidad de los medios de comunicación tradicionales. Este doble hecho supone una mayor oportunidad para los periodistas que apuestan por menor tamaño y mayor calidad profesional.

Los nuevos medios o canales de comunicación hay que construirlos entre todos. El periodista no puede quedarse en un rincón con los brazos cruzados. Hay que aprender y conocer las tecnologías. Porque es necesario aportar ideas, iniciativas y modelos sin esperar a que los ingenieros e informáticos nos brinden escenarios tecnológicos diseñados por ellos. La innovación la ha cedido el Periodismo y debemos volver a retomar la iniciativa.

No es un problema de adaptación al medio, sino de creación del medio y del lenguaje. No se trata de integrar un medio de comunicación más llamado Internet, como hace medio siglo se hizo con la televisión y un siglo atrás con la radio. Ahora, el medio es global e integrador, absorberá la televisión y la dotará de la interactividad que siempre soñó y nunca obtuvo del todo con el cable o el satélite. La radio está ya en plena mutación digital, ganando calidad y oyentes. La prensa escrita está dejando el análisis para las páginas impresas y desarrollando el periodismo de actualidad y exclusivas en sus ediciones on line. Pero son sólo los primeros escarceos de un soporte multimedia e integrador llamado a ser absorbente de los demás medios liderando las plataformas.

En el congreso de ProCom se escucharon muchos pronósticos agoreros de los ‘viejos’ medios de comunicación; pero ninguno tan claro y contundente como el de Eulogio López, fundador de Hispanidad, que sentenció que la prensa estaba ya quebrada y a la televisión le quedaban sólo diez años. Aún así, hubo a quien le pareció que a la televisión no le quedaban tantos telediarios, sino menos de la mitad.

Y en esa tesitura de rediseño de la Sociedad de la Información y sus medios de comunicación, las voces de los periodistas freelance, autónomos y emprendedores están llamadas a generar millones de pequeños medios de comunicación en lo que se ha denominado la atomización de los medios. Es una tendencia paralela a la concentración de las empresas de prensa. Cada vez más pastel para menos grandes medios y cada vez más pastel para cada vez más bocas a repartir en blogs, redes, portales… y otros soportes on line.

La Asociación de Profesionales de la Comunicación (ProCom) promueve desde su nacimiento, hace tan sólo tres año, el desarrollo de este periodismo independiente y autónomo que potencie la socialización de la información, pero que vele por la calidad de los contenidos y la ética de los mensajes. El periodista sigue siendo la figura necesaria como intermediario y comunicador de los nuevos medios sociales de comunicación. Por eso es necesaria su defensa, su formación, su actualización y la creación de redes de trabajo. Esa es la misión y visión de ProCom.

 

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