Anorexia emocional

Artículo realizado por: Salvador Molina, presidente de ECOFIN, José Luis Zunni, director de ecofin.es, Javier Espina Hellín, miembro de ECOFIN Business Schools Group, y Eduardo Rebollada Casado, miembro del blog Management & Leadership.

La Dra. Robin Smith, autora de ‘HungryThe Truth About Being Full’ (Hambre, La verdad sobre estar lleno), basa su tesis en que muchas mujeres y hombres se mueren de hambre emocional. ¿Qué es lo que significa? Metafóricamente hablando, Smith llama a esto “comer migajas” en su vida personal y profesional. Éste hambre implica no alimentar el espíritu y no conseguir lo que se necesita, para a continuación mentirse a uno mismo y obviamente a los demás. En caso de que se mantenga este comportamiento a lo largo de su vida adulta, persistir en esta conducta puede convertirse en lo que la Dra. Smith llama ‘bancarrota emocional’.

La definición de los psicólogos que estudian este fenómeno es que la anorexia emocional es un verdadero estado de ser (cómo nos sentimos) al igual que la anorexia física. En la medida que ignoramos este hambre emocional la Dra. Smith afirma que nos hace aún más hambrientos, porque el pretender ignorar nuestros reales sentimientos que sean molestos, dolorosos o traumáticos, nos hará aún más proclives a sentir ese estado de hambre emocional y nos puede llevar a conductas autodestructivas.

Una pregunta que surge de este razonamiento es: ¿Está usted hambriento mientras se esfuerza hacia sus metas profesionales?

No sabemos si estará de acuerdo, pero creemos que siempre hay un coste para aprovechar y potenciar al mismo tiempo nuestra carrera en una organización.

Estamos refiriéndonos al coste piscológico (emocional), físico y también espiritual, que se convierten en una especie de peaje que tenemos que pagar cuando estamos decididos y lanzados impulsando nuestras acciones en pos de los objetivos que nos hemos impuesto, por lo que parece normal que dejemos nuestras gratificaciones (algunos gustos que podemos darnos) para otros ámbito de nuestra vida.

La respuesta a si se está muriendo de hambre en cualquier de estos niveles se encuentra en las profundidades de su interior. En su mapa mental que establece sus valores y principios por los que actúa en consecuencia. Lamentablemente, en la mayoría de situaciones que se le presenta a la gente que tiene un puesto de trabajo con cierta responsabilidad, que sabe que se están abriendo puertas para su desarrollo futuro en la organización, finalmente no hay opciones y hará desarreglos personales como la falta de sueño y comer mal, con tal de seguir avanzando en su carrera.

Mindy Thomas es categórica en la descripción del problema: “me encuentro con padres solteros cada día que están trabajando a tope, o con ejecutivos que no bajan de 70 horas a la semana y están poniendo en riesgo su salud. Llevar este ritmo tan duro y exigente puede hacer que por ejemplo, en el caso de los estudiantes universitarios o los recién graduados que están luchando en su primer puesto de trabajo, comprometan su carrera futura.

A veces, traspiés en la vida laboral, incluso la tragedia que implica emocionalmente a cualquier persona un despido, o cualquier otra forma de reveses personales, pueden ayudarnos a crecer. Nuestras reacciones emocionales, así como nuestra parte racional y crítica, trabajan a tope durante estas fases negativas y nos ponen en el justo lugar que realmente somos: aflora el carácter y la personalidad como una auténtica radiografía de nuestro ser.

Porque todo período de inestabilidad emocional (siempre que sea generado por elementos externos del entorno) son una prueba que debe superarse para pasar a una etapa más sana y estable de la vida. Según muchos psicólogos, la edad adulta nos permite terminar la asignatura pendiente de la infancia.

Una inundación, una enfermedad inesperada, una muerte o un terrible accidente automovilístico, son ejemplos de cosas que pueden despertarnos a lo que es más importante. Pregunte a cualquier superviviente de cáncer sobre lo que aprendieron durante una cirugía, quimioterapia y radiación, y será testigo de una magnífica exposición sobre el valor de lo que significa el “aquí y ahora”, el vivir el tiempo presente.

Siguiendo la tesis de la Dra. Robin Smith, conformarse con migajas emocionales en una relación o en un puesto de trabajo, en realidad no nos permite desarrollar y aprender acerca de la familia, nuestros amigos, y nosotros mismos, sino que dependemos de nosotros mismos para saber leer entre líneas. Tratar de discernir cuáles son las dificultades que nos pueden llevar a un despertar. La pregunta sigue siendo una y otra vez la misma: ¿quiere ser amable después de experimentar el trauma de terminar una relación romántica? Ser más amable con nosotros mismos nos ayuda a arreglar en parte lo que está roto y se cura lo que a veces nos parece imposible.

Es frecuente que determinados ámbitos de las emociones, en concreto la ejercitación para la mejora en cuanto a cómo las gestionamos, como es el caso de la meditación, ha logrado que se escribiesen ríos de tinta tanto a favor como en contra. Como en casi todos los órdenes de la vida, la cuestión es estar en el punto medio. La “tercera vía” que actualmente es lo políticamente correcto. Pero nadie, incluso los más acérrimos enemigos de las técnicas de meditación, han podido demostrar que son negativas para la persona. Por el contrario, las evidencias nos dicen que son altamente ventajosas realizadas de manera razonable y no convirtiéndolas en una obsesión. De la misma forma que no debemos tener obsesiones por el culto al físico y darnos marchas forzadas de diez kilómetros diarios, cuando con tres a cinco kilómetros es suficiente para lograr que nuestra fisiología funcione mejor y nuestras neuronas se hayan alimentado de oxígeno. Esta re-oxigenación del cerebro es fundamental para el estado de ánimo.

La reflexión y la meditación son las mejores terapias para afrontar estos retos, que si bien muchos de ellos nos exigen al máximo porque los percibimos como el infortunio, la mala suerte, etc., no son más que un valle (a veces más de uno) en el camino que todos seguimos con la finalidad de coronar nuestra particular cumbre.

Lograr la transición hacia ese “otro lado” de nuestra alma y espíritu, entra justamente más en la esfera de la meditación que de la terapia. Aunque hay que reconocer, las buenísimas virtudes que el seguimiento terapéutico tiene en una gran cantidad de casos. Especialmente los más traumáticos.

Tampoco podremos alimentarnos el estado emocional, si no sentimos de verdad compasión por el otro (los demás en general), comprensión de la otra parte (el otro también existe) y una dosis de bondad (no es cuestión sólo de ilusos) porque todos estos atributos son requisitos para convertirse en el contenido de lo que somos.

Nuestra indentidad

Tenemos que tener en cuenta, que gran parte de la dificultad radica en el significado de la identidad. ¿Qué significa no entender nuestra identidad? Las típicas preguntas que se formulan al plantearse los objetivos estratégicos en una organización de: ¿quiénes somos? ¿cuál es la misión que tenemos?, son los que también nos planteamos las personas. Es posible que se encuentre a sí mismo preguntándose: “¿quién soy yo sin mi trabajo, mi dinero, mi cónyuge y mis hijos?”

Aferrarnos a las cosas externas corriendo hacia ese premio que nos queremos dar no es siempre la mejor opción. A menudo no es que la gente no quiere repetir el comportamiento de sus padres. Ellos están buscando desesperadamente su conducta y sus principios para mantener el equilibrio, porque han visto de primera mano lo que se siente al no tenerlo.

Cuando se está en el paro y con pocas probabilidades de encontrar trabajo a corto plazo, dejar estas migajas es lo que nos garantiza la anorexia emocional. La falta de identidad y la vergüenza de admitir tal déficit, provoca en última instancia, que lo que podían ser sólo migajas, se conviertan en un problema monumental.

 

Aunque luchar por el éxito y conducir hacia la autosuficiencia es un impulso natural, ¿qué sucede si se ha trabajado en la reducción del poder de nuestros egos, así como minimizando el impulso natural por el poder personal en el lugar de trabajo? ¿Tendríamos menos problemas? Al contemplar su próximo paso profesional, tal vez debería considerar si va a expresar sus valores más profundos y darle el alimento emocional que necesita tan desesperadamente.

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