Hablemos de rescates: las odiosas comparaciones

Artículo realizado por: Eva Prats, analista financiera, consultora, miembro de Governance2014 e integrante del departamento de análisis de eLatam y José Luis Zunni, editor de ecofin.es

¿Qué habría pasado si España hubiese creado un plan de ayuda a la banca a la vez que Alemania? ¿Realmente en 2009 nuestro sistema financiero era solvente? Sobre esto y sobre cuánto ha costado el rescate de las cajas escriben hoy los autores de este artículo.

Hablemos de rescates. En la gráfica y en este artículo surgen dudas. Nos hacemos una idea de lo que ha costado ‘sanear’ la banca española, principalmente las cajas de ahorros; pero vayámonos hasta 2008 y a Alemania para ver qué hicieron otros. Porque Alemania aprobó antes un plan de ayuda a la banca de 470.000 millones de euros.

El paquete preveía la concesión por parte del Estado de garantías a los créditos interbancarios, así como la adquisición de paquetes accionariales de la banca privada, lo que se interpretó como una nacionalización parcial.

De los 470.000 millones de euros, 70.000 millones estaban destinados a la recapitalización de entidades en problemas y para que el Gobierno tuviera margen en los riesgos a afrontar, mientras que el resto formaba parte del “fondo de estabilización de los mercados financieros”, cuyo objetivo era garantizar los préstamos entre bancos hasta el 31 de diciembre de 2009.

Los créditos de este fondo tenían un plazo máximo de 36 meses y los bancos que los asumían debían pagar al Estado un 2% anual. Además, el Estado podía comprar al sector financiero productos de riesgo, fundamentalmente derivados, que la banca había adquirido antes del 13 de octubre.

En Eurostat tenemos todos los datos desde 2007 a 2012 por países:

GRAFICO1

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Si nos vamos a la tabla para Alemania, hasta 2012, el Estado alemán aún tenía comprometidos 240.023 millones de euros en activos, 286.958 millones en préstamos y 60.435 millones en instrumentos que podían convertirse en pasivos del gobierno en el futuro, en el proceso de ‘saneamiento’ de su sistema financiero.

GRAF3

La parte 2 establece los tipos más comunes de instrumentos activos y pasivos registrados en las cuentas del gobierno, debido a las intervenciones del gobierno :
  • Los préstamos concedidos por el gobierno (activos), los préstamos en los que ha incurrido el gobierno, directa o indirectamente, con el fin de financiar diversas intervenciones (pasivos).
  • Los instrumentos de deuda emitidos por instituciones financieras y comprados por el gobierno como la provisión de liquidez (activos), títulos de deuda emitidos por el gobierno para financiar las intervenciones (pasivos).
  • Capital suscrito por el gobierno en las entidades financieras como contrapartida de una provisión de liquidez a los bancos (activos) .
Además, en la parte 2 de la tabla se muestran las formas más frecuentes en las que los gobiernos incurren en pasivos contingentes relacionados con la asistencia a las instituciones financieras. Por regla general, los pasivos contingentes no se registran en las cuentas nacionales. Así, por ejemplo, las garantías públicas concedidas en el contexto de la crisis financiera no dará lugar a ninguna entrada inmediata en las cuentas del gobierno, pero pueden tener un impacto más adelante, si se ejecutan. Los datos facilitados por los Estados miembros de la UE en esta parte de la tabla son una indicación de la máxima repercusión que podrían tener en las finanzas de los gobiernos dichos pasivos contingentes, en particular de :
  • Los activos y pasivos de las instituciones financieras garantizadas por el gobierno (a excepción de las garantías para las entidades de propósito especial).
  • Los valores emitidos por el gobierno en virtud de regímenes de liquidez, por ejemplo, acuerdos de recompra y préstamos de valores.
  • Obligaciones de las entidades con fines especiales creadas durante la crisis, incluidas aquellas a las que se transfirieron determinados activos deteriorados de las instituciones financieras. (¿Sareb?)
En cuanto a la cobertura de los datos sobre los pasivos contingentes, es importante tener en cuenta, que las garantías de las administraciones públicas de los depósitos bancarios no se incluyen aquí.¿Dónde está la diferencia? Además de en las cifras, básicamente que España pidió ‘asistencia financiera’ al Eurogrupo en junio de 2012 y firmó un Memorandum y, ya se sabe: el que paga, manda. Porque, en 2009: España tenia el sistema financiero más solido del mundo, dijo el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y convocó para celebrarlo toda una fiesta en el mismo corazón financiero del país: el palacio de la Bolsa de Madrid.Y, por supuesto, nadie iba a ‘señalar’ a nuestras cajas de ahorros que, tal y como se ha visto, eran un pingüe negocio para nuestros ínclitos políticos y sus amigos. La próxima vez que os ‘acordéis’ de la Troika, no olvidéis que en 2009 nadie dudaba de la solvencia de nuestro sistema financiero… ¿o sí?España pidió al FMI en 2009 que no airease los problemas de la banca. El Fondo y el BCE advirtieron sobre la vulnerabilidad de las cajas de ahorros.El 11 de marzo de 2009 habían caído bancos en todo el mundo: en EE.UU, en Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda… Pero en España no, España seguía sacando pecho por esa fórmula genuina que debía salvarle de la gran debacle financiera mundial: las provisiones contracíclicas, dinero que las entidades debían reservar más allá de los requerimientos obligatorios de capital para afrontar los repuntes de morosidad si venían mal dadas.

Y, sin embargo, en la reunión del consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), para analizar la evolución de la economía española (lo que se conoce como el Artículo IV) celebrada aquel día, quedó claro que las alarmas estaban encendidas sobre un sistema financiero cargado de ladrillo en pleno pinchazo del sector inmobiliario. 18 días después de esta reunión, el Banco de España intervino Caja Castilla La Mancha (CCM).

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