Coface: La tendencia del riesgo en las economías avanzadas es favorable

La recuperación en las economías avanzadas está marcada por las divergencias entre países. La situación de las empresas en los Estados Unidos (evaluación A2 bajo vigilancia positiva desde octubre de 2013) ha mejorado considerablemente. ‘Corporate America’ es el eslabón fuerte de la economía y tiene un gran número de fortalezas: alto nivel de auto financiación, récord en rentabilidad, baja deuda y fuerte inversión. Un presupuesto más claro, políticas económicas y el crecimiento de la demanda de los hogares impulsan esta tendencia positiva.

En Europa, Coface observa una mejora en el riesgo en Alemania y Austria (con una previsión en el crecimiento del 1,7% para ambos países), por lo que la evaluación A2 está ahora acompañada por una vigilancia positiva. La actividad económica alemana es altamente vulnerable a los cambios impredecibles del comercio global, pero ahora mismo puede confiar en el consumo de los hogares. Las insolvencias empresariales son menos numerosas y costosas (durante el año pasado descendieron un 9,1% en el número y un 6,3% en costes financieros). Este repunte en la actividad beneficia a Austria, donde el desempleo es bajo y el número de insolvencias está disminuyendo.

Entre los países europeos que han tenido éxito en las reformas y la reducción de costes destaca a Irlanda: con un crecimiento previsto del 1,7% en 2014, con un aumento en las exportaciones (que se benefician del crecimiento en Estados Unidos y Reino Unido), en el comercio minorista, y un aumento en la confianza de empresas y hogares. El mayor reto de año pasado, el mercado de trabajo, se ha empezado a recuperar, y los precios inmobiliarios muestran los primeros signos de estabilización. Estos éxitos han llevado a Coface a elevar la evaluación de Irlanda a A3, el mismo nivel que Francia y Reino Unido.

El diagnóstico es más complejo para el resto de la eurozona. Al menos podemos decir que los riesgos han dejado de aumentar. En Francia, debido a que no han tenido éxito en reducir  significativamente los costes, las empresas todavía son extremadamente vulnerables a las fluctuaciones de la demanda interna, que sigue siendo mediocre en comparación con la media histórica (previsión de crecimiento del 0.6% para 2014). La consecuencia de esta vulnerabilidad es que las insolvencias seguirán siendo elevadas, alrededor de 62.000 en 2014. En el sur de Europa la debilidad en la demanda interna, la atonía de la actividad emprendedora, empresas muy pequeñas y débiles, junto a la falta de innovación, impide que el riesgo de crédito mejore. A esto se añade un alto nivel de deuda corporativa, como es el caso de España.

Economías Emergentes: tensiones empresariales en los principales países emergentes, aunque el rendimiento se mantiene en varias economías del África Subsahariana

La disminución del crecimiento se ha consolidado en los países emergentes: en 2014, los BRICS perderán 2,4 puntos de crecimiento frente al promedio en 2000-2011. Según Coface, esto no se debe simplemente a una recesión cíclica, sino que está relacionado con restricciones en la oferta (la demanda interna es demasiado alta para la producción local, que ya no puede seguir el ritmo). La inversión se enfrenta a obstáculos  de naturaleza estructural: infraestructuras inadecuadas, problemático clima empresarial y falta de mano de obra cualificada. Además, el debilitamiento de la oferta local aumenta las importaciones,  por lo que el actual déficit seguirá siendo alto en 2014. Los tipos de cambio seguirán siendo vulnerables, sobre todo porque las elecciones generales marcarán el ritmo en Brasil, India, Turquía y Sudáfrica en 2014.

 

 

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